La Fiscalía de Chihuahua llevó a cabo la inhumación de 56 cuerpos sin identificar en fosas individuales en la zona norte del estado, un hecho que pone en evidencia la crisis de violencia e inseguridad que azota la región.
Entre los restos, que incluyen 54 hombres y dos mujeres, se sospecha que hay migrantes fallecidos en su intento por cruzar a Estados Unidos, una tragedia que resalta la falta de control en las fronteras y la desatención a esta problemática.
Héctor Manuel Jaco Hernández, coordinador de servicios periciales, explicó que los cuerpos datan desde 2022 hasta 2024, con causas de muerte que van desde lo natural hasta lo violento, mostrando la magnitud del abandono y el desamparo en la zona.
Las autoridades destacaron que muchos de los fallecidos eran personas mayores, un dato que agrava la percepción de vulnerabilidad y la inacción gubernamental frente a la creciente ola de desapariciones y homicidios.
La Fiscalía llamó a las familias a acercarse para identificar a sus seres queridos, pero la pregunta sigue en el aire: ¿por qué el gobierno no ha hecho más para prevenir estas muertes y dar respuestas a los afectados?
Ciudad Juárez, el municipio más violento de Chihuahua con 1,027 asesinatos en 2024, es el epicentro de esta crisis, donde la seguridad brilla por su ausencia y los ciudadanos pagan las consecuencias de la indiferencia oficial.