Durante la jornada electoral del pasado domingo en Chihuahua, un perturbador descubrimiento sacudió a la ciudadanía. En al menos ocho puntos de votación, se encontraron hieleras con cabezas de animales y otros desechos, un acto que generó temor entre los votantes. Los incidentes se concentraron principalmente en Ciudad Juárez y la capital del estado, según reportes oficiales.
El secretario de Seguridad Pública, Gilberto Loya Chávez, confirmó que las hieleras contenían restos de cerdos y gallinas, acompañados de mensajes intimidatorios. En algunos casos, las cartulinas advertían: “Si votan, van a tener consecuencias”. Estas amenazas, dirigidas a los ciudadanos que participaban en la elección judicial, encendieron las alertas sobre la seguridad en el proceso electoral.
En Ciudad Juárez, una de las hieleras fue hallada frente a la escuela primaria Octavio Paz, en la colonia Fronteriza. Otra apareció en la calle Rivera de Lerma, en Riberas del Bravo, cerca del panteón Colinas. Una tercera fue localizada en la colonia Héroes de la Revolución, también próxima a un cementerio. Los restos fueron retirados por policías municipales y elementos de la Agencia Estatal de Investigación.
En la capital, Chihuahua, un caso similar ocurrió en la colonia Jardines de Oriente, donde una hielera de unicel blanco con un mensaje fue dejada frente a una vivienda destinada a ser casilla electoral. Las autoridades acordonaron la zona y trasladaron la casilla a un lugar cercano para garantizar la continuidad de la votación. Hasta el momento, no se ha esclarecido el contenido exacto de todas las hieleras.
Inicialmente, circularon rumores sobre la posible presencia de cabezas humanas en algunas hieleras, pero el Instituto Estatal Electoral no ha confirmado estas versiones. Las autoridades descartaron tales afirmaciones tras las primeras investigaciones, aunque la confusión añadió más tensión a la jornada electoral.
Estos actos intimidatorios se suman a otros incidentes reportados durante la elección del Poder Judicial. En Camargo, por ejemplo, policías municipales desmantelaron un salón de eventos utilizado como supuesto “búnker” de mapaches electorales, donde se detuvo a varias personas, incluido un ex candidato. Este contexto refleja un ambiente de alta tensión en el proceso electoral.
La presencia de las hieleras no solo generó miedo entre los votantes, sino que también puso en evidencia los desafíos de seguridad que enfrentan las elecciones en Chihuahua. A pesar de las medidas de las autoridades, como el despliegue de policías y la Guardia Nacional, los ciudadanos expresaron preocupación por su seguridad al acudir a las urnas.
El impacto de estos hallazgos en la participación ciudadana aún está por evaluarse. Sin embargo, las imágenes de las hieleras y los mensajes amenazantes circularon ampliamente en redes sociales, amplificando el clima de incertidumbre. Las autoridades han prometido reforzar la vigilancia en futuros procesos electorales para evitar que se repitan estos actos.
La jornada electoral, destinada a elegir cargos del Poder Judicial, se vio empañada por estos sucesos. Aunque el Instituto Nacional Electoral reportó que más del 97% de las casillas operaron con normalidad, los incidentes en Chihuahua destacan como un recordatorio de los retos que enfrenta el sistema democrático en regiones marcadas por la violencia.
Este macabro episodio deja una pregunta en el aire: ¿hasta dónde llegarán los intentos por intimidar a la ciudadanía en el ejercicio de su derecho al voto? Las investigaciones continúan, pero el impacto de estas amenazas ya ha dejado una huella en la percepción de seguridad en el estado.