Imagen generada por IA con fines informativos o representativos. Digital Plural se deslinda de cualquier uso o interpretación.

Efecto Trump: Remesas en México sufren su mayor caída en 13 años por temor a deportaciones

Las remesas enviadas a México desde Estados Unidos enfrentan una crisis sin precedentes. En abril de 2025, estos envíos cayeron un 12.14% en comparación con el año anterior, marcando la mayor disminución desde 2012. Este desplome, impulsado por el temor a las políticas migratorias de Donald Trump, está afectando a millones de familias mexicanas que dependen de estos recursos.
El regreso de Trump a la presidencia de Estados Unidos ha generado incertidumbre entre los migrantes mexicanos. Las amenazas de deportaciones masivas y un posible impuesto del 3.5% a las remesas han llevado a muchos a reducir o suspender los envíos de dinero. Esta situación, según expertos, está impactando directamente en la economía de comunidades vulnerables en México.
En 2024, México recibió un récord de 64,746 millones de dólares en remesas, de las cuales el 97% provino de Estados Unidos. Estos flujos representan cerca del 3.5% del Producto Interno Bruto (PIB) del país. Sin embargo, las nuevas políticas migratorias han cambiado el panorama, con migrantes temiendo salir de sus hogares o realizar transacciones por miedo a ser detectados.
Investigadores de la Universidad de Guadalajara estiman que las deportaciones podrían reducir las remesas en hasta 13,000 millones de dólares al año. Esto significaría una caída del 3.5% al 2.6% del PIB, un golpe duro para las familias que dependen de estos ingresos para cubrir necesidades básicas como alimentos, educación y vivienda.
En regiones como Chiapas, la caída de las remesas ya se siente con fuerza. En San Cristóbal de las Casas, los envíos disminuyeron un 40% en febrero, afectando sectores como el comercio y la producción artesanal. Las familias indígenas, que a menudo administran estos recursos, enfrentan incertidumbre ante la posibilidad de que sus seres queridos sean deportados.
Por otro lado, en la frontera norte de México, como en Tijuana, se ha observado un aumento temporal en las remesas. Los migrantes, ante el temor de ser expulsados, están enviando sus ahorros a México para proteger su patrimonio. Sin embargo, este incremento no compensa la tendencia general de caída en otras regiones del país.
El impacto económico no se limita a las familias. La reducción de remesas afecta el consumo y la inversión en sectores clave, desde la construcción hasta los servicios. Analistas advierten que, si las políticas de Trump se intensifican, México podría enfrentar una recesión económica, con una contracción estimada del PIB de entre 1.5% y 2%.
El gobierno mexicano, liderado por Claudia Sheinbaum, ha intentado contrarrestar estas medidas con propuestas diplomáticas y estrategias económicas. Sin embargo, la renegociación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) será crucial para mitigar los efectos de las políticas de Trump en el comercio y las remesas.
Mientras tanto, la incertidumbre persiste. Las familias mexicanas, especialmente en zonas rurales, enfrentan un futuro incierto. La combinación de deportaciones, restricciones migratorias y posibles impuestos a las remesas amenaza con cambiar drásticamente el panorama económico del país.
A medida que las políticas de Trump avancen, México deberá buscar alternativas para diversificar sus ingresos y reducir su dependencia de las remesas. Por ahora, el miedo a las deportaciones sigue marcando el ritmo de una economía que siente el impacto de decisiones tomadas al otro lado de la frontera.

Compartir:

Noticias Relacionadas