En la reciente elección judicial en Chihuahua, los primeros cómputos muestran una proporción casi idéntica entre votos efectivos, nulos y recuadros sin utilizar, según datos del Instituto Nacional Electoral. Este proceso, que marcó un hito al elegir jueces y magistrados por voto popular, dejó en evidencia un fenómeno que preocupa a analistas: la alta cantidad de votos no válidos.
A las 7:30 de la mañana del día de los cómputos, se reportaron un total de 1,156,518 votos procesados, emitidos por 128,502 votantes en el estado. De estos, 359,097 fueron votos nulos o recuadros no utilizados, lo que representa un alarmante 31% del total. Los votos nulos alcanzaron el 18.04%, sumando 208,600, mientras que los recuadros no utilizados fueron el 13.01%, con 150,497.
Los distritos de Ciudad Juárez encabezaron la lista con la mayor cantidad de votos nulos y recuadros sin utilizar, acumulando 66,480 y 60,527 respectivamente. Le siguió la capital, Chihuahua, con 51,085 votos nulos y 27,872 recuadros vacíos. Estas cifras reflejan una tendencia que podría indicar confusión entre los votantes o desinterés en el proceso.
La participación ciudadana, aunque baja, mostró variaciones por región. Delicias registró el mayor porcentaje de votación con un 5.45%, seguido por Juárez con 4.47%, Parral con 4.01%, Cuauhtémoc con 3.32% y Chihuahua con 3.21%. Estos números, comparados con el listado nominal, evidencian una participación limitada en un ejercicio electoral sin precedentes.
La elección judicial, primera en su tipo en México, buscaba democratizar la selección de jueces y magistrados. Sin embargo, la complejidad de las boletas, con hasta 11 por votante, pudo haber contribuido a los altos índices de votos nulos. Cada boleta requería escribir números de registro de candidatos, respetando paridad de género, lo que generó confusión.
En las casillas, los votantes debían depositar todas las boletas en una sola urna, lo que complicó aún más el proceso. Las reglas del INE establecieron que los votos serían válidos solo si se respetaba el número exacto de cargos y la paridad de género, lo que pudo invalidar muchas boletas por errores técnicos.
Este escenario plantea cuestionamientos sobre la efectividad del diseño electoral. La falta de claridad en las boletas y el desconocimiento de los candidatos podrían haber desmotivado a los votantes, resultando en una alta proporción de votos no utilizados. Analistas señalan que esto podría reflejar un desafío estructural en la organización de la elección.
A pesar de las expectativas de una mayor participación, el proceso en Chihuahua mostró que la ciudadanía aún enfrenta barreras para involucrarse plenamente. Los resultados preliminares sugieren que el objetivo de democratizar el Poder Judicial enfrenta retos significativos que podrían impactar futuras elecciones de este tipo.