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El musical Chicago celebra 50 años de jazz y escándalos en Broadway

En el corazón de Nueva York, el musical Chicago cumple medio siglo de vida, consolidándose como una de las joyas más brillantes de Broadway. Desde su estreno en 1975, esta obra ha cautivado al público con su mezcla explosiva de jazz, coreografías vibrantes y una historia cargada de intriga, avaricia y ambición. Ambientada en los extravagantes años 20, la trama sigue a Roxie Hart, una aspirante a estrella que termina en prisión tras un crimen pasional, desatando una narrativa que combina sátira y espectáculo.
La historia de Chicago no comienza en 1975, sino mucho antes, en 1926, cuando la periodista Maurine Dallas Watkins escribió una obra teatral basada en crímenes reales que cubrió para el Chicago Tribune. Los casos de Beulah Annan y Belva Gaertner, dos mujeres acusadas de asesinato que se convirtieron en celebridades, inspiraron esta crítica mordaz al sistema judicial y la fama efímera. Watkins transformó esos titulares sensacionalistas en una pieza que, décadas después, daría vida al musical que todos conocemos.
El genio detrás de Chicago es el trío formado por John Kander, Fred Ebb y Bob Fosse. La música de Kander, con éxitos como All That Jazz y Razzle Dazzle, captura la esencia del vodevil y el jazz de la época. Las letras de Ebb, cargadas de ironía, y las coreografías icónicas de Fosse, con su estilo sensual y preciso, convirtieron a Chicago en un referente del teatro musical. La producción original, dirigida y coreografiada por Fosse, debutó en el 46th Street Theatre y marcó un hito en la historia de Broadway.
Sin embargo, fue el revival de 1996 el que llevó a Chicago a nuevas alturas. Estrenado en el Richard Rodgers Theatre, este montaje, dirigido por Walter Bobbie y con coreografías al estilo de Fosse por Ann Reinking, se convirtió en el segundo musical más longevo de Broadway, superado solo por El Fantasma de la Ópera. Con más de 11,000 funciones, la obra ha conquistado audiencias en 36 países y ha sido vista por más de 33 millones de personas, demostrando su impacto global.
El éxito de Chicago no se limita a los escenarios. En 2002, la adaptación cinematográfica dirigida por Rob Marshall, protagonizada por Renée Zellweger, Catherine Zeta-Jones y Richard Gere, llevó la historia a la gran pantalla. La película ganó seis premios Oscar, incluyendo Mejor Película, consolidando el legado de esta obra que combina glamour, crimen y crítica social. Su banda sonora y coreografías siguen siendo un referente en la cultura pop.
La trama de Chicago gira en torno a Roxie Hart, una bailarina de club nocturno que asesina a su amante y, desesperada por evitar la condena, manipula a la prensa y al público. Su rivalidad con Velma Kelly, otra reclusa con ansias de fama, y la intervención del astuto abogado Billy Flynn crean un torbellino de engaños y titulares. La historia expone cómo la búsqueda de notoriedad puede transformar a criminales en celebridades, un tema que resuena incluso en la era de las redes sociales.
El impacto de Chicago trasciende generaciones gracias a su capacidad para reinventarse. El revival de 1996, con su escenografía minimalista y vestuario sencillo en tonos negros, rompió récords al recuperar su inversión en tiempo récord. La crítica alabó su frescura y relevancia, especialmente tras escándalos mediáticos como el caso O.J. Simpson, que hicieron que el público conectara con su sátira sobre la fama y la justicia.
A lo largo de los años, Chicago ha atraído a un elenco estelar, desde Gwen Verdon y Chita Rivera en sus inicios hasta celebridades como Bebe Neuwirth, Ann Reinking, Joel Grey y, más recientemente, nombres como Usher, Sofía Vergara y Pamela Anderson. La versatilidad de la obra ha permitido que artistas de todo el mundo, como la mexicana Bianca Marroquín o el colombiano Sebastián Yatra, dejen su huella en Broadway, reforzando su carácter universal.
En 2025, Chicago no solo celebra su 50 aniversario, sino que sigue siendo un fenómeno teatral. Su reciente temporada en Madrid y próximas funciones en ciudades como Barcelona, Vigo y Monterrey muestran que su magnetismo no decae. La obra continúa de gira por el mundo, llevando su mensaje atemporal sobre la ambición y el espectáculo a nuevas audiencias.
Con una partitura inolvidable, coreografías que quitan el aliento y una historia que no teme mostrar las sombras de la fama, Chicago permanece como un ícono de Broadway. A medio siglo de su debut, esta obra sigue brillando con la misma intensidad, demostrando que el jazz, los escándalos y el talento nunca pasan de moda.

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