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La calidad del aire en Nuevo León sigue siendo un dolor de cabeza para los regiomontanos este lunes 2 de junio. Según el Sistema Integral de Monitoreo Ambiental (SIMA), varias estaciones de la Zona Metropolitana de Monterrey reportan condiciones preocupantes. La contaminación no da tregua, y los habitantes enfrentan un ambiente que podría afectar su salud.

A lo largo del día, al menos siete estaciones de monitoreo ambiental han registrado calidad del aire entre regular y mala. Municipios como García, Santa Catarina y Escobedo están entre los más afectados. Las partículas PM10, provenientes de polvo y actividades industriales, son las principales responsables de estas condiciones.
En contraste, solo un par de estaciones, como la ubicada en Apodaca cerca del aeropuerto, muestran una calidad del aire aceptable. Esto indica que algunas zonas de la metrópoli tienen un respiro, pero la mayoría enfrenta un riesgo moderado para la salud. Las autoridades recomiendan a la población vulnerable, como niños y adultos mayores, evitar actividades al aire libre.
El problema no es nuevo. Durante los últimos meses, Nuevo León ha lidiado con episodios recurrentes de mala calidad del aire. Factores como los fuertes vientos que arrastran polvo, la actividad industrial y la falta de lluvias constantes agravan la situación. Esto pone en evidencia los retos que enfrenta la entidad para controlar la contaminación.
La Secretaría de Medio Ambiente estatal ha señalado que las fuentes fijas de contaminación, como la refinería de Pemex en Cadereyta, contribuyen significativamente al problema. Sin embargo, las medidas para reducir estas emisiones aún no logran un impacto contundente. La ciudadanía sigue esperando soluciones efectivas.
Las condiciones climáticas también juegan un papel clave. Aunque las lluvias recientes han ayudado a limpiar el aire en ocasiones, su efecto es temporal. Este lunes, la ausencia de precipitaciones y la presencia de vientos moderados han permitido que las partículas contaminantes se acumulen nuevamente.
Los expertos advierten que la exposición prolongada a estas condiciones puede causar problemas respiratorios y otras afecciones. Las partículas PM10, en particular, son peligrosas porque pueden penetrar en los pulmones, afectando especialmente a personas con enfermedades crónicas.
A pesar de los esfuerzos por monitorear la calidad del aire, la falta de avances concretos genera preocupación. La Secretaría de Medio Ambiente insiste en que trabaja en estrategias, pero los resultados tardan en llegar. Mientras tanto, los regiomontanos deben adaptarse a un entorno que no siempre es saludable.
Este escenario pone de manifiesto la necesidad de políticas más estrictas y coordinadas. La colaboración entre gobierno, empresas y ciudadanos es clave para mejorar el aire que todos respiran. Por ahora, la recomendación es mantenerse informado y tomar precauciones en los días más críticos.

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