En un nuevo golpe a la inseguridad que azota Sinaloa, un operativo conjunto en Culiacán dejó al descubierto un preocupante hallazgo: vehículos blindados, armas de alto calibre y equipo táctico en manos de presuntos criminales. La Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa informó que las acciones se llevaron a cabo en distintos puntos de la capital del estado, revelando la magnitud del problema de violencia en la región.
El operativo involucró a elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, la Guardia Nacional, la Secretaría de Marina, la Fiscalía General de la República, la Fiscalía General del Estado y la Policía Estatal Preventiva. Durante las labores de vigilancia, las autoridades localizaron tres vehículos ocultos entre la maleza en el poblado de San Francisco, en Culiacán. Al inspeccionarlos, confirmaron que las unidades estaban blindadas, lo que evidencia su uso en actividades delictivas de alto riesgo.
Dentro de los vehículos asegurados se encontraron cuatro armas largas, nueve cargadores de diversos calibres y mil 800 cartuchos útiles. Además, las autoridades hallaron tres granadas de 40 mm, chalecos balísticos, cascos y aproximadamente 700 gramos de una sustancia granulada con características similares al cristal. Este arsenal pone en evidencia la capacidad de fuego de los grupos criminales que operan en la zona.
En un segundo operativo, realizado en un camino entre Carboneras y el poblado Nuevo Mundo, los elementos de seguridad encontraron una camioneta Mitsubishi con blindaje de fábrica, también abandonada. En su interior se localizó un arma larga, 26 cargadores y un par de chalecos tácticos, lo que refuerza la sospecha de que estos vehículos eran utilizados para actividades ilícitas, posiblemente ligadas al crimen organizado.
La ausencia de detenciones en ambas operaciones ha generado preocupación. A pesar de los decomisos, no se reportaron personas capturadas, lo que sugiere que los responsables lograron evadir a las autoridades. Este hecho pone en tela de juicio la efectividad de las estrategias de seguridad en Culiacán, una ciudad que sigue enfrentando altos índices de violencia.
La Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa destacó que los operativos son parte de un esfuerzo continuo por combatir la delincuencia en el estado. Sin embargo, la presencia de vehículos blindados y armamento pesado en manos de civiles armados refleja la gravedad de la situación y la falta de control en ciertas zonas de la entidad.
Culiacán, conocido como un bastión de grupos del crimen organizado, ha sido escenario de múltiples operativos en los últimos meses. La incautación de este tipo de equipo sugiere que las organizaciones delictivas están bien equipadas, lo que representa un desafío significativo para las fuerzas de seguridad. La ciudadanía sigue exigiendo resultados concretos para frenar la ola de violencia que afecta su día a día.
La escalada de inseguridad en Sinaloa no es un problema nuevo. A pesar de los esfuerzos de las autoridades, los decomisos de armas y vehículos blindados son un recordatorio de que el crimen organizado sigue operando con impunidad en varias regiones del estado. La falta de detenciones en estos operativos solo intensifica la percepción de que el gobierno no está haciendo lo suficiente para garantizar la seguridad.
Este tipo de hallazgos pone en evidencia la necesidad de una estrategia más efectiva para desmantelar las redes delictivas. Los vehículos blindados y el armamento asegurado son solo una muestra del poder que los grupos criminales han acumulado, lo que plantea serias preguntas sobre cómo lograron obtener estos recursos sin ser detectados previamente.
Mientras las autoridades continúan con sus operativos, la población de Culiacán vive con el temor constante de la violencia. Los decomisos, aunque significativos, no parecen ser suficientes para devolver la tranquilidad a una ciudad que enfrenta una crisis de inseguridad que parece no tener fin.