Por primera vez en la historia de México, este domingo 1 de junio se llevaron a cabo las elecciones judiciales para renovar el Poder Judicial de la Federación, un proceso inédito impulsado por la reforma judicial del expresidente Andrés Manuel López Obrador. Casi 100 millones de mexicanos fueron convocados a las urnas para elegir 881 cargos, incluyendo nueve ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
El Instituto Nacional Electoral abrió 84,123 casillas en todo el país, desde las 8:00 de la mañana. Los ciudadanos recibieron hasta seis boletas para votar por jueces, magistrados y ministros, en un ejercicio que buscaba democratizar la designación de los impartidores de justicia, según el gobierno de Morena.
Sin embargo, la participación ciudadana fue mucho menor de lo esperado. El INE estimó que solo entre el 12.57% y el 13.32% del padrón electoral acudió a votar, una cifra que refleja un alto nivel de abstención, rondando el 87%. Este dato ha sido un duro golpe para las expectativas de Morena y la presidenta Claudia Sheinbaum, quienes esperaban una participación masiva para legitimar este proceso.
La jornada estuvo marcada por críticas y señalamientos. Organizaciones civiles y partidos de oposición, como el PAN y el PRI, denunciaron la falta de información sobre los 3,422 candidatos, lo que dificultó a los ciudadanos conocer los perfiles y tomar decisiones informadas. Algunos incluso acusaron al proceso de ser una farsa para consolidar el control de Morena sobre el Poder Judicial.
A pesar de las expectativas, la plataforma Conóceles del INE, diseñada para informar sobre los candidatos, registró más de 21 millones de visitas hasta el mediodía del domingo. Sin embargo, muchos votantes, como Rodrigo Lozano, un ciudadano de 39 años, señalaron que el tiempo y la información disponible fueron insuficientes para estudiar a fondo a los aspirantes.
La ministra en funciones Lenia Batres celebró la participación del expresidente López Obrador, quien reapareció para emitir su voto. Batres destacó el carácter histórico del proceso, afirmando que cambiará dos siglos de tradición en el Poder Judicial. Sin embargo, evitó dar detalles sobre el seguimiento de los comicios, limitándose a mencionar que desayunaría carnitas tras votar.
El proceso no estuvo exento de irregularidades. En algunas casillas, como la de la Colonia Viaducto Piedad en Iztacalco, se reportaron conatos de bronca y acusaciones de proselitismo a favor de ciertos candidatos. Además, la ONU y asociaciones civiles han advertido sobre los riesgos de injerencia del crimen organizado, especialmente tras señalamientos de que al menos 13 candidatos tienen vínculos con el narcotráfico o delitos graves.
Claudia Sheinbaum calificó la jornada como un “éxito total” y defendió la elección como un paso hacia una mayor democracia. No obstante, las cifras de participación y las críticas de la oposición han generado cuestionamientos sobre la legitimidad del proceso y su impacto en la independencia judicial.
Los cómputos distritales iniciaron el mismo domingo por la noche, pero los resultados oficiales podrían tardar hasta 10 días, según el INE. La elección de los ministros de la Suprema Corte será la primera en computarse, con un avance inicial del 4.64% de los votos al cierre de la jornada.
Este proceso, que ha dividido opiniones, marca un precedente en México y el mundo, siendo el primer país en elegir a todos sus jueces federales por voto popular. Sin embargo, la baja participación y las dudas sobre la idoneidad de los candidatos dejan un panorama incierto para el futuro del Poder Judicial.

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¡Histórica elección judicial en México con participación decepcionante!
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