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México hace historia con la elección de jueces, pero persisten dudas sobre la transparencia

Por primera vez en la historia de México, los ciudadanos acudieron a las urnas para elegir a más de 880 jueces federales y 1,700 magistrados regionales en una jornada electoral sin precedentes. Este proceso, impulsado por el gobierno de Morena, buscó renovar el Poder Judicial, pero ha desatado una ola de cuestionamientos por su diseño y ejecución.
Desde las 18:00 horas del 1 de junio, los 300 consejos distritales del Instituto Nacional Electoral comenzaron el conteo de votos, transmitiendo en vivo el escrutinio para garantizar transparencia. Sin embargo, las críticas no se han hecho esperar, pues algunos señalan que el proceso de selección de candidatos, basado en sorteos, podría haber sido manipulado para favorecer a ciertos intereses políticos.
La participación ciudadana fue baja, con solo un 13% de los votantes registrados acudiendo a las urnas, según datos del INE. Este porcentaje ha generado preocupaciones sobre la legitimidad del ejercicio, especialmente en un contexto donde la desconfianza hacia las instituciones es alta.
El INE ha destacado su compromiso con la transparencia al transmitir los cómputos en tiempo real a través de YouTube y su página oficial. Cada consejo distrital cuenta los votos de seis elecciones distintas, comenzando por los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, seguidos por magistrados y jueces de otros cargos judiciales.
A pesar de los esfuerzos del INE, las críticas al proceso no cesan. Partidos de oposición, como el PRI, han declarado que no reconocerán los resultados, argumentando que los candidatos fueron impuestos por Morena y sus aliados, lo que pone en duda la imparcialidad del proceso.
Además, observadores internacionales han expresado preocupación por la posible vulneración de la autonomía del Poder Judicial. La presencia de candidatos presuntamente ligados a grupos del crimen organizado ha encendido las alarmas sobre los riesgos de esta reforma para el sistema de justicia.
El conteo de votos se extenderá hasta el 10 de junio, con resultados finales programados para el 15 de junio, cuando el INE entregará las constancias de mayoría a los ganadores. Este proceso marcará un hito en la historia del país, pero también enfrenta el desafío de demostrar que puede fortalecer la justicia en lugar de debilitarla.
La presidenta Claudia Sheinbaum ha defendido la elección como un paso hacia un México más democrático, pero las acusaciones de manipulación y la baja participación ciudadana han opacado su discurso. Mientras tanto, la ciudadanía espera que los resultados reflejen un verdadero cambio en el sistema judicial.
Organizaciones civiles y académicos han advertido que la elección podría consolidar el control político sobre el Poder Judicial, un temor que se intensifica con las denuncias de irregularidades en la selección de candidatos.
A medida que avanza el conteo, México se encuentra en una encrucijada: esta elección podría ser un avance histórico o un retroceso para la independencia judicial. Los próximos días serán clave para determinar si el país logra superar las dudas que rodean este proceso.

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