Hoy, México vive un momento sin precedentes en su historia democrática. Por primera vez, los ciudadanos eligen directamente a 881 jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial, un proceso que marca un hito en la región. Guadalupe Taddei, presidenta del Instituto Nacional Electoral, destacó que esta jornada no es solo un acto político, sino una reconciliación con la esencia de la democracia, donde el poder ciudadano transforma las instituciones.
La ceremonia de inicio de los comicios, realizada en la sede del INE, incluyó honores a la bandera y un mensaje de Taddei, quien subrayó la importancia de esta elección para fortalecer la justicia en el país. Según la consejera, cada boleta depositada en las urnas es un voto de confianza en un sistema judicial que debe reflejar la voluntad y diversidad de México.
Este proceso electoral surge de la reforma judicial aprobada en 2024, impulsada por el gobierno de Morena. La reforma busca combatir la corrupción y el tráfico de influencias que, según autoridades y sectores de la sociedad, han permeado el Poder Judicial. Sin embargo, el cambio ha generado controversia, con críticas que señalan riesgos para la independencia judicial.
El INE enfrentó un desafío monumental para organizar esta elección en solo ocho meses. Taddei destacó el esfuerzo logístico, con 775 mil funcionarios capacitados desplegados en todo el país. Además, el organismo instaló sistemas para que cualquier persona, desde cualquier parte del mundo, pueda seguir el conteo de votos en los 300 consejos distritales.
La jornada electoral no está exenta de polémicas. Organizaciones como Justicia Común A.C. han denunciado intentos de influir en el voto a favor de candidaturas cercanas a Morena, lo que pone en tela de juicio la imparcialidad del proceso. Estas acusaciones han avivado el debate sobre la legitimidad de la elección.
En Veracruz y Durango, los únicos estados con elecciones locales simultáneas, los ciudadanos también votan por alcaldes, síndicos y regidores. Este contexto añade complejidad a la jornada, con un electorado que debe manejar múltiples boletas y decisiones en un solo día.
Taddei insistió en que esta elección trasciende la simple selección de personas. Es un voto por el tipo de justicia que México desea, donde jueces y ministros actúen con la legitimidad que otorga el respaldo popular. Sin embargo, la baja participación ciudadana, pronosticada por algunos analistas, podría restar fuerza a este objetivo.
Críticos como el expresidente Ernesto Zedillo han cuestionado la reforma, argumentando que atenta contra la democracia. En respuesta, la presidenta Claudia Sheinbaum ha defendido el proceso, acusando a opositores de usar narrativas alarmistas para desacreditar al gobierno.
A pesar de las tensiones, Taddei llamó a los mexicanos a participar activamente, afirmando que cada voto es un paso hacia la construcción de una justicia más cercana a la ciudadanía. La jornada, vigilada por observadores electorales nacionales e internacionales, busca garantizar transparencia.
México está escribiendo una página imborrable en la historia de las democracias modernas. El resultado de esta elección no solo definirá el futuro del Poder Judicial, sino que podría sentar un precedente para otros países. La pregunta sigue siendo si los ciudadanos responderán a este llamado histórico.