El Instituto Nacional Electoral (INE) confirmó que el conteo de votos para la elección judicial del 1 de junio, un ejercicio inédito en México, tomará hasta 10 días. Este proceso, que busca renovar 881 cargos del Poder Judicial, enfrenta retos logísticos sin precedentes debido a la complejidad de las boletas y la cantidad de cargos en disputa.
La jornada electoral del 1 de junio permitirá a los ciudadanos elegir a nueve ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cinco magistrados del Tribunal de Disciplina Judicial, dos magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral, 15 de Salas Regionales, 464 magistrados de circuito y 386 jueces de distrito. Cada votante recibirá seis boletas, lo que complica el escrutinio.
A diferencia de elecciones tradicionales, los votos no se contarán en las casillas la noche de la elección. En su lugar, las boletas serán trasladadas a los Consejos Distritales del INE, donde funcionarios capacitados realizarán el cómputo. Este cambio busca garantizar un proceso transparente, pero alarga significativamente los tiempos.
El INE iniciará los cómputos distritales a las 6:00 de la tarde del 1 de junio, una vez cerradas las casillas. La sesión permanente de conteo se extenderá del 1 al 10 de junio, con grupos de trabajo revisando cada boleta. Una persona dictará los votos y otra registrará la información en el Sistema de Cómputos Distritales.
Para agilizar el proceso, el INE planea realizar un conteo rápido de los votos para ministros de la Suprema Corte, con resultados preliminares la noche del 1 de junio. Sin embargo, los resultados oficiales de las seis elecciones, que abarcan distintos cargos judiciales, estarán listos hasta el 10 de junio.
La presidenta del INE, Guadalupe Taddei, explicó que el diseño de las boletas, con decenas de nombres por cargo, hace imposible un conteo inmediato en casillas. Por ejemplo, en la elección de ministros, cada boleta puede incluir hasta nueve votos, lo que multiplica la cantidad de sufragios a contabilizar.
El INE ha implementado medidas para garantizar la transparencia, como la doble captura de datos y simulacros operativos realizados entre el 25 de abril y el 10 de mayo. Estos ejercicios buscan preparar a los funcionarios para un proceso que, por su novedad, ha generado expectativas y críticas.
A pesar de los retos, el INE asegura que los 84 mil centros de votación estarán listos para recibir a millones de mexicanos. La elección judicial, parte de una reforma constitucional impulsada en 2024, busca acercar la justicia a la ciudadanía mediante el voto popular.
Este proceso, sin embargo, no estará exento de desafíos. La ausencia de conteo en casillas y la falta de un Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) han generado dudas sobre la rapidez y claridad de los resultados, en un contexto donde la confianza en las instituciones es crucial.
La elección judicial del 1 de junio marcará un hito en la historia democrática de México, pero su éxito dependerá de la capacidad del INE para manejar un proceso complejo y garantizar que cada voto sea contado con precisión y transparencia.