Los aranceles impulsados por Donald Trump podrían tener un impacto significativo en el mercado automotriz de Estados Unidos, según expertos. Analistas estiman que los precios de los vehículos nuevos podrían incrementarse entre 4 mil y 15 mil dólares, dependiendo de su origen y componentes.
Cox Automotive, una firma especializada en la industria automotriz, señala que un auto fabricado completamente en Estados Unidos subiría alrededor de 3 mil dólares. Sin embargo, los vehículos ensamblados en México o Canadá podrían duplicar esa cifra, alcanzando los 6 mil dólares adicionales.
El impacto no se detendría ahí. Para mediados de abril, los aranceles podrían generar problemas graves en las plantas de producción de Norteamérica, reduciendo la fabricación diaria en hasta 20 mil unidades. Esto afectaría la oferta y, en consecuencia, elevaría aún más los costos para los consumidores.
Bancos como Bank of America y firmas como Bernstein y Guggenheim coinciden en las proyecciones. Sus estimaciones varían entre 4 mil 500 y 7 mil dólares por vehículo, reflejando la incertidumbre sobre cómo las empresas absorberán o trasladarán estos incrementos.
La medida, que entrará en vigor el 3 de abril, busca fortalecer la producción local y proteger empleos en Estados Unidos. No obstante, analistas advierten que podría desencadenar represalias comerciales de países como México y Canadá, socios clave en la región.
Este panorama ha generado preocupación internacional. Gobiernos de Canadá, Japón y la Unión Europea temen que las tensiones comerciales escalen, afectando las cadenas de suministro globales y la competitividad del mercado automotriz en Norteamérica.