Ricardo Monreal, coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, está en el ojo del huracán tras las recientes declaraciones que lo vinculan con la exalcaldesa de Cuauhtémoc, Sandra Cuevas. En una entrevista con el programa Los Periodistas, Monreal respondió a las críticas, asegurando que no tiene relación alguna con Cuevas y que las acusaciones en su contra son un intento de desprestigiarlo. El diputado afirmó que las declaraciones atribuidas a él fueron manipuladas y sacadas de contexto.
Monreal señaló que lleva más de un año sin contacto con Sandra Cuevas, quien en el pasado lo acusó de traición y de negociar políticamente en su contra. Según el morenista, las afirmaciones de Cuevas son parte de una campaña de desprestigio que busca dañar su imagen. “Me han crucificado por lo que digo”, expresó, visiblemente molesto, al referirse a un supuesto material editado que distorsiona sus palabras.
El diputado insistió en que sus declaraciones fueron tergiversadas, particularmente en una pregunta relacionada con Cuevas. Explicó que su respuesta original fue clara, pero el material difundido fue “rasurado” para generar controversia. Monreal aseguró que no tiene ningún interés en atacar a la exalcaldesa y que su enfoque está en su labor legislativa, no en disputas personales.
Sandra Cuevas, por su parte, ha mantenido una postura confrontacional contra Monreal desde hace meses. En enero de 2025, la exalcaldesa lo acusó de presionarla, amenazar a su familia y traicionarla políticamente al negociar con la oposición y con la presidenta Claudia Sheinbaum. Estas declaraciones han avivado el fuego de una rivalidad que parece no tener fin.
La actual alcaldesa de Cuauhtémoc, Alessandra Rojo de la Vega, también se sumó a la controversia. En un video reciente, Rojo de la Vega acusó a Cuevas de mantener nexos con Monreal y de intentar negociar impunidad a cambio de guardar silencio sobre supuesta información comprometedora. La alcaldesa afirmó que nunca pactará con quienes representan un sistema corrupto.
Monreal, en su defensa, reiteró que no tiene relación con los señalamientos de Cuevas ni con las acusaciones de Rojo de la Vega. Subrayó que su trayectoria política está limpia y que su compromiso es con Morena y con los ciudadanos, no con disputas personales que, según él, solo buscan desviar la atención de los verdaderos problemas del país.
El diputado aprovechó para deslindarse de cualquier responsabilidad en los conflictos de la alcaldía Cuauhtémoc, asegurando que no interfiere en los asuntos locales. Criticó que se utilicen estas acusaciones para generar división dentro de Morena y distraer a la opinión pública de los avances legislativos que impulsa su partido.
La polémica entre Monreal, Cuevas y Rojo de la Vega pone en evidencia las tensiones políticas en la Ciudad de México, donde las rivalidades y los señalamientos cruzados dominan el escenario. Mientras Monreal busca apagar el incendio, las acusaciones en su contra no cesan, alimentando un debate que promete seguir dando de qué hablar.
Este enfrentamiento refleja las fricciones internas en la política capitalina, donde las alianzas y traiciones parecen ser el pan de cada día. Por ahora, Monreal mantiene su postura de víctima de una campaña de desprestigio, pero las declaraciones de sus adversarias mantienen la presión sobre el líder morenista.
La controversia no solo afecta la imagen de Monreal, sino que también pone en tela de juicio la unidad de Morena en un momento clave para el partido. Con las elecciones judiciales y otros temas cruciales en el horizonte, este escándalo podría tener repercusiones más allá de las figuras involucradas.