La presa El Rejón, uno de los pulmones naturales de Chihuahua, luce hoy prácticamente desierta. El bajo nivel de agua ha transformado este espacio, alguna vez vibrante, en un reflejo de descuido y problemas ambientales. Los visitantes, que antes acudían en masa para disfrutar de sus áreas recreativas, ahora son escasos, y el panorama es desalentador.
El estanque principal, hogar de peces dorados, está en condiciones deplorables. El agua turbia y la falta de mantenimiento han generado un entorno poco saludable para la fauna que aún sobrevive. Los pocos animales que permanecen en el lugar luchan en un hábitat que no recibe la atención necesaria.
Las áreas recreativas, como las tirolesas y las lanchitas, que en el pasado fueron un atractivo para familias y turistas, hoy están inactivas. La falta de agua ha limitado su operación, dejando a estas instalaciones en un estado de abandono que desalienta a quienes buscan un momento de esparcimiento.
El entorno natural de la presa también sufre. La vegetación alrededor del cuerpo de agua se ve afectada por la sequía, y los árboles y arbustos muestran signos de deterioro. Sin un plan claro de conservación, el ecosistema de El Rejón está en riesgo de degradarse aún más.
La infraestructura del lugar no escapa al descuido. Los caminos y senderos, que alguna vez fueron transitados por caminantes y ciclistas, presentan grietas y maleza. Las bancas y áreas de descanso, destinadas a ofrecer comodidad, están deterioradas, lo que refuerza la imagen de un espacio olvidado.
La falta de agua en la presa no es solo un problema local, sino un reflejo de los retos ambientales que enfrenta Chihuahua. La escasez hídrica, combinada con la falta de mantenimiento, ha convertido a El Rejón en un símbolo de las dificultades para preservar los recursos naturales en la región.
Vecinos y ambientalistas han expresado su preocupación por el estado actual de la presa. La ausencia de acciones concretas por parte de las autoridades locales para revitalizar este espacio ha generado críticas. La ciudadanía espera soluciones que devuelvan a El Rejón su antiguo esplendor.
La situación de la presa no solo afecta a los ecosistemas, sino también a la calidad de vida de los chihuahuenses. Este lugar, que debería ser un punto de encuentro y recreación, hoy es un recordatorio de los desafíos que enfrenta la ciudad en materia de cuidado ambiental.
A pesar de las promesas de mejora, como la construcción de un puente peatonal para conectar El Rejón con el parque El Encino, los avances son mínimos. Los proyectos parecen estancados, y la presa sigue esperando una intervención que la rescate del olvido.
El futuro de El Rejón dependerá de la voluntad de las autoridades y la comunidad para trabajar en su recuperación. La presa, con su potencial para ser un espacio de convivencia y contacto con la naturaleza, merece una atención urgente para evitar que su deterioro sea irreversible.

Imagen generada por IA con fines informativos o representativos. Digital Plural se deslinda de cualquier uso o interpretación.
Presa El Rejón: un paisaje desolado por el abandono y la sequía
Compartir: