La presidenta Claudia Sheinbaum visitó Jalisco para presentar el programa “Salud Casa por Casa”, pero su agenda dejó en claro que la relación con el gobernador Pablo Lemus es más que un evento protocolario. Acompañada por Lemus y la presidenta municipal de Tlaquepaque, Laura Imelda Pérez, Sheinbaum aprovechó para hablar de seguridad y compromisos conjuntos. Sin embargo, detrás de las palabras de colaboración, surgen dudas sobre si estas promesas se traducirán en resultados reales para los jaliscienses.
El evento en el almacén del IMSS en Tlaquepaque fue el escenario donde Sheinbaum destacó que trabaja diariamente con Lemus para abordar la inseguridad en Jalisco. La presidenta aseguró que la estrategia de seguridad es una prioridad, pero no ofreció detalles concretos sobre cómo se combatirá la violencia que sigue afectando a la entidad. Las palabras suenan bien, pero la falta de claridad deja un sabor a promesas vacías.
Por su parte, Lemus respaldó la postura de Sheinbaum, incluso apoyando su defensa de los migrantes mexicanos en Estados Unidos. Este alineamiento público entre ambos políticos busca proyectar una imagen de unidad, pero no pasa desapercibido que Jalisco, bajo el gobierno de Movimiento Ciudadano, ha tenido roces previos con la administración federal. La pregunta es si esta colaboración será genuina o solo un gesto para las cámaras.
El programa “Salud Casa por Casa” fue el eje del evento, presentado como una iniciativa para acercar servicios médicos a las comunidades. Sheinbaum destacó que el programa busca garantizar atención primaria, pero no se mencionaron plazos, recursos específicos ni cómo se implementará en un estado con retos tan complejos como Jalisco. La ciudadanía espera más que anuncios grandilocuentes.
Lemus, por su parte, no perdió oportunidad de destacar su disposición a trabajar con el gobierno federal. Sin embargo, su gestión apenas comienza, y los jaliscienses están atentos a si podrá cumplir con las expectativas de crecimiento económico y seguridad que ha prometido. La relación con Sheinbaum será clave, pero también un desafío, dado el historial de tensiones entre gobiernos de distintos partidos.
La seguridad, uno de los temas más urgentes en Jalisco, fue mencionada por Sheinbaum como un área de trabajo conjunto. Sin embargo, los índices de violencia en la entidad no mienten: los ciudadanos siguen enfrentando un entorno inseguro, y las estrategias federales no han mostrado resultados contundentes. La promesa de coordinación suena bien, pero los jaliscienses quieren hechos, no discursos.
Otro punto que destacó en la visita fue el respaldo de Lemus a las políticas migratorias de Sheinbaum. Aunque el tema parece ajeno a los problemas inmediatos de Jalisco, el gobernador buscó alinearse con la narrativa federal. Esto podría interpretarse como un intento de fortalecer su relación con la presidenta, pero también levanta sospechas sobre si priorizará los intereses de Jalisco o los de la federación.
La visita de Sheinbaum a Jalisco dejó un mensaje de colaboración, pero también muchas preguntas. ¿Será esta alianza entre la presidenta y Lemus capaz de transformar la realidad de un estado golpeado por la inseguridad? ¿O quedará en otro evento más de la política mexicana, lleno de promesas pero corto de resultados? El tiempo dirá si esta unión logra cumplir con las expectativas de los jaliscienses.

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Sheinbaum y Lemus: Promesas de Trabajo Conjunto que Suenan a Más de lo Mismo
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