Un nuevo episodio de violencia sacudió la comunidad de San Bernardo, en Salamanca, Guanajuato, durante la madrugada del sábado 24 de mayo. Elementos de las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado (FSPE) se enfrentaron a tiros con un grupo de sujetos armados, dejando un saldo de tres presuntos delincuentes muertos y dos heridos, según reportes oficiales.
El enfrentamiento comenzó tras un reporte ciudadano al número de emergencias 089, alertando sobre la presencia de hombres armados en la zona. Al llegar al lugar, los uniformados fueron recibidos con disparos por parte de tres individuos que descendieron de una camioneta blanca, desatando una balacera en plena vía pública.
La Secretaría de Seguridad y Paz del estado informó que los agentes repelieron la agresión, actuando bajo los principios de legalidad y proporcionalidad. Como resultado, tres de los atacantes perdieron la vida en el lugar, mientras que otros dos fueron trasladados a un hospital bajo custodia policial, debido a las heridas sufridas.
En la escena, las autoridades aseguraron una camioneta Ford Explorer blanca, además de armas de fuego y equipo táctico. La Fiscalía General del Estado se encargó del levantamiento de los cuerpos y la recolección de pruebas, un proceso que se extendió hasta las primeras horas de la mañana.
Este incidente se suma a la creciente ola de violencia que azota Guanajuato, un estado donde los enfrentamientos entre grupos del crimen organizado y las fuerzas de seguridad son cada vez más frecuentes. Solo en los últimos meses, Salamanca ha sido escenario de múltiples hechos violentos que han dejado a la población en un estado de constante alerta.
La falta de estrategias efectivas para contener la inseguridad en la región sigue siendo un tema de preocupación. Los ciudadanos de Salamanca y municipios aledaños exigen respuestas concretas por parte de las autoridades para garantizar su seguridad y frenar la escalada de violencia.
A pesar de los operativos desplegados por las FSPE, los resultados parecen insuficientes frente a la magnitud del problema. La presencia de grupos armados en zonas rurales y urbanas continúa desafiando a las instituciones, mientras los habitantes viven con el temor de ser víctimas de la delincuencia.
Las investigaciones sobre este enfrentamiento están en curso, pero hasta el momento no se ha revelado la identidad de los abatidos ni su posible vinculación con algún grupo criminal. La Fiscalía General del Estado mantiene abierta la indagatoria para esclarecer los hechos y determinar responsabilidades.
Este nuevo episodio de violencia en Salamanca pone en evidencia la urgencia de abordar la inseguridad con medidas más contundentes. La ciudadanía espera que las autoridades refuercen sus estrategias para devolver la tranquilidad a una región que parece atrapada en un ciclo interminable de enfrentamientos y miedo.