El Servicio Meteorológico Nacional ha encendido las alarmas al reportar un 80% de probabilidad de que se forme el primer ciclón tropical de la temporada 2025 en el océano Pacífico. Este fenómeno, que podría tomar fuerza en los próximos días, mantiene en vilo a las autoridades y a la población de varios estados costeros.
El sistema de baja presión, localizado al sur de las costas de Michoacán, Guerrero y Oaxaca, ha mostrado un aumento significativo en su potencial ciclónico. Según el reporte más reciente, las condiciones atmosféricas y las cálidas temperaturas del océano, que rondan los 30 a 31 grados Celsius, favorecen su desarrollo.
Si este sistema evoluciona, podría convertirse en la tormenta tropical Alvin, marcando el inicio oficial de la temporada de huracanes en el Pacífico. Las autoridades han intensificado la vigilancia, ya que el ciclón podría acercarse a las costas en los próximos siete días.
Los estados de Michoacán, Guerrero y Oaxaca se encuentran en el centro de la atención, ya que son los más propensos a experimentar los efectos de este fenómeno. Las lluvias intensas, vientos fuertes y posible oleaje elevado son algunos de los riesgos que se anticipan.
El Servicio Meteorológico Nacional ha destacado que la temporada de huracanes 2025 en el Pacífico podría traer entre 16 y 20 sistemas, de los cuales entre 8 y 9 serían tormentas tropicales, y hasta 6 podrían alcanzar categorías de huracán mayor. Esto representa un escenario ligeramente por encima del promedio.
Factores como la transición a una fase neutra del fenómeno El Niño-Oscilación del Sur podrían influir en la intensidad y comportamiento de los ciclones este año. Esto hace aún más crucial la preparación y el monitoreo constante por parte de las autoridades.
En 2024, el huracán John, de categoría 3, dejó un saldo devastador en Guerrero, Oaxaca y Michoacán, con 29 víctimas fatales. Este precedente subraya la importancia de tomar medidas preventivas ante la posible llegada de un nuevo ciclón.
Las autoridades han recomendado a la población mantenerse informada a través de fuentes oficiales y estar preparada para posibles impactos. La coordinación entre el Servicio Meteorológico Nacional y Protección Civil será clave para mitigar riesgos.
La evolución de este sistema será determinante en los próximos días, y su trayectoria podría definir el nivel de alerta en las zonas costeras. Por ahora, la incertidumbre persiste, pero la vigilancia no se detiene.
México enfrenta un inicio de temporada de huracanes que podría poner a prueba la capacidad de respuesta de las autoridades y la preparación de las comunidades en las regiones más vulnerables.