En París, la tensión crece a pocos días del inicio de Roland Garros, uno de los torneos de tenis más prestigiosos del mundo. Los taxistas de la ciudad han amenazado con bloquear los accesos al evento deportivo si el gobierno francés no atiende sus demandas. La advertencia surge tras cinco días consecutivos de protestas que han paralizado el tráfico en varios puntos de la capital.
La Federación Nacional de Taxis, liderada por Emmanuelle Cordier, ha sido clara en su mensaje. Los conductores están dispuestos a llevar sus manifestaciones a las puertas del torneo si no hay avances en las negociaciones con el gobierno. Este sábado, horas antes de una reunión con el primer ministro y el ministro de transporte, Cordier afirmó que no dudarán en interrumpir el evento deportivo que comienza este domingo.
El conflicto tiene su origen en las nuevas regulaciones sobre el transporte médico, que afectan directamente los ingresos de los taxistas. Estas normas establecen tarifas más bajas para los servicios de traslado de pacientes, lo que los conductores consideran insostenible. Además, denuncian la competencia desleal de las plataformas de transporte privado, como Uber, que operan sin las mismas restricciones que los taxis tradicionales.
Las protestas han generado caos en las calles de París. Los taxistas han bloqueado puntos emblemáticos como el Arco de Triunfo, utilizando tácticas como operaciones caracol para congestionar el tráfico. En los últimos días, se reportaron hasta 400 kilómetros de atascos en la ciudad, afectando la movilidad de residentes y turistas por igual.
El gobierno francés ha iniciado negociaciones para calmar los ánimos, pero los taxistas exigen soluciones concretas. Piden una revisión de las tarifas de transporte médico y medidas que regulen de manera más estricta a las aplicaciones de transporte. Sin respuestas claras, aseguran que no cederán en sus demandas.
El impacto de estas protestas podría ser significativo para Roland Garros. El torneo, que atrae a miles de espectadores de todo el mundo, depende de un acceso fluido para jugadores, prensa y aficionados. Un bloqueo en las entradas al estadio podría generar retrasos y molestias, afectando la experiencia de uno de los eventos deportivos más esperados del año.
Las autoridades francesas están bajo presión para evitar que la situación escale. Mientras tanto, los taxistas mantienen su postura firme, dispuestos a intensificar sus acciones si no se atienden sus reclamos. La reunión programada con el gobierno será clave para determinar si el conflicto se resuelve o si París enfrenta más días de caos.
El torneo de Roland Garros, que arranca este domingo, se encuentra ahora en el centro de esta disputa. Los organizadores del evento aún no han emitido comentarios sobre las posibles afectaciones, pero la amenaza de los taxistas pone en alerta a todos los involucrados. La situación sigue en desarrollo, con la atención puesta en las próximas horas.