En un nuevo capítulo de la política mexiquense, la gobernadora Delfina Gómez se reunió con la presidenta Claudia Sheinbaum en Palacio Nacional para revisar los supuestos avances del programa IMSS-Bienestar en el Estado de México. Este encuentro, que reunió a gobernadores de 23 estados adheridos al sistema, promete garantizar salud gratuita y de calidad para millones de mexicanos, pero ¿es todo tan perfecto como lo pintan?
El programa IMSS-Bienestar, bandera del gobierno de Morena, busca atender a nueve millones de mexiquenses sin seguridad social. Según las autoridades, se han basificado 8,473 profesionales de la salud y se han invertido más de 651 millones de pesos en el programa “La Clínica es Nuestra”. Sin embargo, detrás de estas cifras, persisten dudas sobre la verdadera efectividad de estas medidas en un estado con rezagos históricos en salud.
La reunión en Palacio Nacional no solo incluyó a Delfina Gómez, sino también a figuras clave del gabinete federal, como el secretario de Salud, David Kersenobich, y el director del IMSS, Zoé Robledo. La narrativa oficial destaca la colaboración entre gobiernos estatales y federales, pero ¿es realmente una coordinación impecable o solo una fachada para mostrar resultados?
En el Estado de México, 75 hospitales ya forman parte de este sistema, y se habla de la recuperación de unidades médicas abandonadas por administraciones pasadas. Proyectos como el Hospital General de Atenco, con una inversión de 967.3 millones de pesos, son presentados como grandes logros. Sin embargo, la ciudadanía se pregunta si estas obras realmente llegarán a quienes más las necesitan o si quedarán como promesas vacías.
Otro punto que levanta sospechas es la basificación de miles de trabajadores de la salud. Aunque se presume como un avance, no se ha aclarado si estas contrataciones garantizan mejores condiciones laborales o si solo son un movimiento para inflar números. La falta de transparencia en los procesos sigue siendo un tema que el gobierno de Delfina Gómez no aborda con claridad.
Además, el encuentro en Palacio Nacional sirvió para reforzar la idea de un sistema de salud “universal y gratuito”. Pero, en la práctica, los mexiquenses enfrentan largas filas, desabasto de medicamentos y centros de salud en condiciones precarias. ¿Cómo se explica esta brecha entre el discurso oficial y la realidad que viven los ciudadanos?
La gobernadora Gómez Álvarez insiste en que el Estado de México está comprometido con el bienestar de su población, pero los antecedentes de Morena en la entidad generan escepticismo. Proyectos como el Centro Oncológico de Ecatepec y el Hospital de Valle Ceylán, que estaban inconclusos, ahora son rescatados como parte de la narrativa de transformación, pero el tiempo dirá si realmente benefician a la población o son solo propaganda.
Mientras tanto, la presidenta Sheinbaum y los gobernadores de Morena cierran filas para mostrar un frente unido. Sin embargo, la falta de resultados tangibles en el día a día de los mexiquenses pone en duda si estas reuniones son realmente productivas o solo un ejercicio de imagen para fortalecer la imagen del partido en el poder.
El IMSS-Bienestar, que debería ser una solución para millones sin acceso a la salud, aún enfrenta retos enormes. Desde la infraestructura hasta la distribución de recursos, los problemas estructurales del sistema de salud en el Estado de México no se resuelven con reuniones en la capital. La pregunta sigue en el aire: ¿cuándo verán los mexiquenses un cambio real en sus hospitales y clínicas?

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Delfina Gómez y Claudia Sheinbaum bajo la lupa: ¿Qué ocultan los avances del IMSS-Bienestar en el Estado de México?
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