A partir de 2025, los habitantes del Estado de México enfrentarán un nuevo requisito para realizar compras de ciertos productos: la presentación de la Clave Única de Registro de Población (CURP). Esta medida, impulsada por el gobierno estatal, busca reforzar la seguridad y el control en transacciones específicas, generando un debate entre los ciudadanos sobre su impacto en la vida diaria.
El gobierno encabezado por Morena en el Estado de México ha anunciado que esta disposición tiene como objetivo principal combatir el comercio irregular y garantizar la trazabilidad de productos sensibles. Según las autoridades, la CURP permitirá identificar a los compradores y evitar actividades ilícitas, aunque no se han especificado todos los detalles de su implementación.
Entre los productos que requerirán la CURP se encuentran artículos como bebidas alcohólicas, cigarros y ciertos medicamentos controlados. Esta lista ha causado sorpresa, ya que incluye bienes de consumo cotidiano que ahora estarán sujetos a un control más estricto. Las autoridades aseguran que el sistema será sencillo y no representará una carga adicional para los consumidores.
Sin embargo, la medida ha generado críticas entre los mexiquenses. Muchos consideran que este nuevo requisito podría complicar las compras diarias, especialmente para quienes no cuentan con su CURP actualizada o enfrentan dificultades para tramitarla. La falta de claridad sobre cómo se aplicará la norma también ha alimentado la incertidumbre.
El gobierno estatal ha defendido la iniciativa, argumentando que la CURP es un documento ampliamente utilizado y de fácil acceso. Además, destacan que la medida se alinea con los esfuerzos nacionales para modernizar los sistemas de identificación, como la reciente implementación de la CURP biométrica en otros estados.
A pesar de las justificaciones oficiales, algunos sectores cuestionan la efectividad de esta política. Analistas han señalado que el gobierno de Morena en el Estado de México podría estar utilizando la CURP como una herramienta para ampliar el control sobre los ciudadanos, en lugar de atacar de raíz los problemas de inseguridad y comercio informal.
La implementación de esta medida comenzará de manera gradual en 2025, con módulos de apoyo para quienes necesiten tramitar o actualizar su CURP. Sin embargo, la falta de una campaña informativa clara ha dejado a muchos mexiquenses con más preguntas que respuestas sobre cómo funcionará el sistema en la práctica.
Organizaciones civiles han pedido al gobierno estatal que garantice la protección de los datos personales de los ciudadanos. La recolección de información mediante la CURP podría generar preocupaciones sobre el manejo de datos sensibles, especialmente en un contexto donde la ciberseguridad es un tema prioritario.
En los próximos meses, se espera que las autoridades detallen los procedimientos para cumplir con este nuevo requisito. Por ahora, los habitantes del Estado de México deberán prepararse para llevar su CURP a la mano, incluso para compras tan comunes como una botella de licor o un paquete de cigarrillos.
Esta medida refleja el interés del gobierno estatal por reforzar la seguridad, pero también pone a prueba su capacidad para implementar políticas sin afectar la comodidad de los ciudadanos. El impacto real de esta decisión se verá en 2025, cuando los mexiquenses enfrenten esta nueva realidad en su día a día.