La reconocida marca italiana Ferrari ha anunciado que los precios de sus automóviles en Estados Unidos podrían incrementarse hasta un 10% debido a los nuevos aranceles impuestos por el presidente Donald Trump. Esta medida responde a la política comercial que afecta las importaciones, incluyendo a la industria automotriz de lujo.
El aumento se aplicará específicamente a los vehículos vendidos en el mercado estadounidense, donde los aranceles del 25% sobre productos provenientes de diversos países han generado un impacto directo en los costos de producción y comercialización. Ferrari busca trasladar parte de este sobrecosto a los consumidores para mantener sus márgenes de ganancia.
Este ajuste llega en un momento en que la industria automotriz global ya enfrenta desafíos por la incertidumbre económica y las tensiones comerciales. Ferrari, conocida por sus modelos exclusivos como el SF90 Stradale y el Purosangue, no ha detallado si todos los modelos sufrirán el mismo incremento o si variará según la gama.
La decisión refleja cómo las políticas arancelarias de Trump están repercutiendo en bienes de lujo, un sector que suele ser menos sensible a las variaciones de precio. Sin embargo, el alza podría influir en la percepción de la marca entre los compradores estadounidenses, uno de sus mercados clave.