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Topolobampo, Sinaloa, se posiciona como nuevo polo de desarrollo económico bajo el plan del gobierno federal

El puerto de Topolobampo, en Sinaloa, ha sido seleccionado como uno de los 13 Polos de Desarrollo Económico para el Bienestar dentro del ambicioso Plan México, una estrategia del gobierno federal para impulsar la inversión y el crecimiento económico. Este anuncio, realizado por la administración de Claudia Sheinbaum, busca detonar el desarrollo industrial en regiones estratégicas del país. Sin embargo, la decisión levanta preguntas sobre su ejecución y los verdaderos beneficiarios de estas iniciativas.
La designación de Topolobampo como polo de desarrollo no es casualidad. Su ubicación en el Pacífico y su infraestructura portuaria lo convierten en un punto clave para el comercio y la industria. Proyectos como la planta de metanol verde de Pacífico Mexinol, con una inversión de 3,300 millones de dólares, y la planta de amoniaco de Gas y Petroquímica de Occidente, con más de 5,500 millones, son pilares de esta estrategia. Pero, ¿realmente estos megaproyectos se traducirán en bienestar para la población local?
El gobierno de Sinaloa, encabezado por Rubén Rocha Moya, ha trabajado de la mano con la Secretaría de Economía federal para lograr esta designación. Según el secretario de Economía estatal, Ricardo Velarde Cárdenas, la inclusión de Topolobampo permitirá aprovechar su potencial logístico e industrial. No obstante, la coordinación entre los gobiernos estatal y federal, ambos de Morena, genera dudas sobre la transparencia en la asignación de recursos y contratos.
Entre los proyectos destacados está Tango Solar, una planta de hidrógeno verde impulsada por la empresa española DH2 Energy, con una inversión de 1,172 millones de dólares. También se suma la terminal flotante de gas natural licuado de Sempra Infraestructura y la construcción de la carretera Topolobampo-Chihuahua, que conectará el puerto con el sur de Texas. Estos desarrollos prometen modernización, pero los antecedentes de grandes proyectos en México invitan a cuestionar si los beneficios llegarán a las comunidades o se quedarán en manos de unos pocos.
El gobierno federal asegura que los Polos de Desarrollo Económico para el Bienestar traerán empleos y crecimiento regional. En el caso de Topolobampo, se espera que los incentivos fiscales y el respaldo de los tres niveles de gobierno atraigan empresas de sectores como energía, petroquímica, agroindustria y logística. Sin embargo, la historia reciente de iniciativas similares muestra que los empleos prometidos no siempre son de calidad ni benefician a los habitantes locales.
La Secretaría de Marina jugará un papel clave en la coordinación de licitaciones para estos polos, siguiendo el modelo del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. Marcelo Ebrard, titular de la Secretaría de Economía, afirmó que Topolobampo fue seleccionado tras un análisis exhaustivo liderado por la presidenta Sheinbaum. Pero la falta de detalles sobre los criterios de selección y los mecanismos de supervisión abre la puerta a especulaciones sobre favoritismos políticos.
La infraestructura existente en Topolobampo, como su puerto, que movilizó más de 6 millones de toneladas de carga en 2014, es un argumento sólido para su elección. Además, el desarrollo de cuatro parques industriales privados refuerza su atractivo para inversionistas. Sin embargo, el historial de proyectos impulsados por Morena en otras regiones sugiere que los beneficios económicos podrían concentrarse en grandes corporaciones, dejando de lado a las pequeñas empresas locales.
El anuncio de Topolobampo como polo de desarrollo coincide con un contexto complicado en Sinaloa. Apenas en enero de 2025, fuerzas federales destruyeron un laboratorio clandestino de drogas sintéticas en la zona, lo que pone en evidencia los retos de seguridad que enfrenta la región. ¿Cómo garantizará el gobierno que las inversiones no se vean afectadas por la inseguridad y el crimen organizado?
A pesar de las promesas de crecimiento, la población de Topolobampo y del norte de Sinaloa espera resultados concretos. La carretera Topolobampo-Chihuahua y los proyectos energéticos podrían transformar la región, pero solo si se priorizan los intereses de la comunidad sobre los de las élites empresariales. La experiencia con otros megaproyectos en el país hace imprescindible mantener un ojo crítico sobre su desarrollo.
El Plan México, con Topolobampo como uno de sus estandartes, busca posicionar a Sinaloa en el mapa de las grandes inversiones industriales. Sin embargo, el éxito de esta iniciativa dependerá de la transparencia, la rendición de cuentas y la capacidad del gobierno para cumplir sus promesas de bienestar. Por ahora, la expectativa es alta, pero la desconfianza también lo es.

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