Imagen generada por IA con fines informativos o representativos. Digital Plural se deslinda de cualquier uso o interpretación.

La Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH) enfrenta un nuevo capítulo en su controversia financiera. La institución colabora en una auditoría para esclarecer un adeudo millonario con Pensiones Civiles del Estado (PCE), que asciende a más de 700 millones de pesos. Este proceso, encabezado por la Auditoría Superior del Estado (ASE), busca determinar responsabilidades tras la omisión en el pago de aportaciones al sistema de pensiones.

La deuda, que lleva años acumulándose, ha generado tensiones entre la UACH y PCE. Según información oficial, el problema se originó durante administraciones anteriores, pero sigue siendo un lastre para la universidad. El rector Luis Alfonso Rivera Campos ha señalado que, desde su gestión, se han realizado pagos puntuales, aunque el monto total adeudado representa un desafío financiero monumental.
La auditoría no solo revisa números, sino también posibles irregularidades. La ASE ha sancionado a exfuncionarios de la UACH, incluyendo al exdirector administrativo y a la exjefa del Departamento de Tesorería, por no cumplir con las obligaciones de pago a PCE. Estas sanciones incluyen inhabilitaciones, lo que ha encendido las alarmas sobre la gestión pasada de la universidad.
El caso ha puesto en el centro del debate la transparencia en el manejo de recursos públicos. La UACH, una de las instituciones educativas más importantes de Chihuahua, enfrenta cuestionamientos sobre cómo permitió que el adeudo creciera tanto. La colaboración en la auditoría busca limpiar su imagen y establecer un plan para saldar la deuda.
Rivera Campos ha insistido en que la universidad no tiene el flujo de efectivo para cubrir los más de 700 millones de pesos en un corto plazo. Sin embargo, ha prometido explorar soluciones a mediano y largo plazo, como acuerdos con PCE o la reestructuración financiera de la institución.
El impacto de este adeudo no es menor. Pensiones Civiles del Estado depende de estas aportaciones para garantizar servicios médicos y prestaciones a miles de trabajadores. La falta de pago ha generado preocupación entre los empleados estatales, quienes temen que sus derechos se vean comprometidos.
La auditoría también pone en evidencia la necesidad de controles más estrictos en las finanzas de las instituciones públicas. La UACH, como receptora de recursos públicos, está bajo la lupa para garantizar que no haya desvíos ni manejos inadecuados. Este proceso podría sentar un precedente para otras universidades en el país.
Mientras la auditoría avanza, la comunidad universitaria espera respuestas claras. Estudiantes, docentes y trabajadores administrativos están atentos a las decisiones que tomará la UACH para resolver este problema. La presión aumenta para que la institución demuestre compromiso con la transparencia y la responsabilidad financiera.
El desenlace de esta auditoría será clave para el futuro de la UACH. No solo se trata de saldar una deuda, sino de recuperar la confianza de la sociedad chihuahuense. La universidad deberá demostrar que puede superar este obstáculo sin afectar su labor educativa.
Por ahora, la UACH sigue colaborando con las autoridades, pero el camino hacia la solución parece largo. La auditoría determinará si hubo negligencia o algo más detrás de este millonario adeudo, mientras la institución enfrenta uno de los retos financieros más grandes de su historia.

Compartir:

Noticias Relacionadas