Una avioneta privada se estrelló en la madrugada de este jueves en un barrio residencial de San Diego, California, desatando un incendio que consumió viviendas y vehículos. El impacto ocurrió cerca del Aeropuerto Ejecutivo Montgomery-Gibbs, en una de las zonas militares más grandes de Estados Unidos.
El Departamento de Policía de San Diego confirmó al menos dos personas fallecidas, aunque aún no se precisa el número total de víctimas. Se estima que entre ocho y diez personas viajaban a bordo del avión, un Cessna 550, que despegó desde Nueva York con una escala en Wichita, Kansas, antes de dirigirse a su destino final.
El accidente ocurrió alrededor de las 3:45 de la mañana, en medio de una densa niebla que, según testigos, dificultaba la visibilidad. Las autoridades investigan si la aeronave pudo haber golpeado una línea eléctrica antes de caer sobre el vecindario de Murphy Canyon, una zona densamente poblada.
El impacto provocó un incendio que dañó al menos 15 casas y calcinó varios automóviles. Videos compartidos en redes sociales muestran una escena caótica, con llamas y escombros esparcidos por las calles. A pesar de la magnitud del siniestro, las autoridades reportaron que no hubo heridos en tierra.
El combustible derramado por el avión intensificó el fuego, complicando las labores de los bomberos. Equipos de emergencia trabajaron durante horas para controlar las llamas y evacuar a más de un centenar de residentes de la zona afectada.
Entre los daños, una casa quedó parcialmente destruida, con el techo colapsado y escombros cubriendo un vehículo. La Sociedad Protectora de Animales de San Diego rescató al menos a 12 mascotas, algunas afectadas por el combustible, que fueron descontaminadas por equipos especializados.
La Administración Federal de Aviación y la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte lideran la investigación para determinar las causas del accidente. Las grabaciones de control aéreo revelan que el piloto preguntó sobre las condiciones climáticas, pero el sistema meteorológico del aeropuerto no funcionaba.
El alcalde de San Diego, Todd Gloria, calificó el incidente como una tragedia y aseguró que las autoridades apoyarán a las familias afectadas, muchas de las cuales son de militares. La zona, cercana a bases navales, alberga a numerosas familias de este sector.
Este accidente se suma a una serie de incidentes aéreos recientes en Estados Unidos, lo que ha generado preocupación en la comunidad. En octubre de 2021, otro siniestro en un suburbio de San Diego dejó dos muertos, incluido un repartidor en tierra.
La comunidad de Murphy Canyon permanece en alerta mientras los investigadores recopilan pistas. El olor a combustible persiste en el área, y los residentes intentan recuperarse del impacto de esta tragedia que ha sacudido sus hogares.