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Alarmante advertencia de la DEA: Carfentanilo, el opioide 100 veces más potente que el fentanilo, amenaza vidas

Un nuevo peligro acecha en las calles: el carfentanilo, un opioide sintético que la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) señala como 100 veces más potente que el fentanilo y 10 mil veces más fuerte que la morfina. Este narcótico, usado originalmente como tranquilizante para animales de gran tamaño como elefantes, está resurgiendo en el mercado negro, mezclado con otras drogas, lo que aumenta el riesgo de sobredosis mortales.
La DEA ha emitido una alerta urgente debido al aumento de casos relacionados con el carfentanilo en Estados Unidos. Este opioide puede presentarse en formas como polvo, tabletas, parches o aerosoles, y su potencia extrema lo hace letal incluso en dosis mínimas. Según las autoridades, tan solo 2 miligramos, equivalentes a unos pocos granos de sal, pueden causar la muerte por depresión respiratoria.
El peligro del carfentanilo radica en que muchos consumidores no saben que están ingiriéndolo. A menudo se mezcla con cocaína, heroína o pastillas falsificadas que imitan medicamentos recetados, como oxicodona o alprazolam. Esta práctica engañosa ha disparado las sobredosis accidentales, ya que los usuarios desconocen la presencia de este poderoso opioide en las sustancias que consumen.
En 2023, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) reportaron que casi el 70% de las muertes por sobredosis en Estados Unidos estuvieron relacionadas con opioides sintéticos, siendo el carfentanilo uno de los principales responsables. Los expertos advierten que su reaparición, tras un brote mortal entre 2016 y 2017, requiere una vigilancia más estricta para evitar una nueva ola de fallecimientos.
Los síntomas de una intoxicación por carfentanilo incluyen somnolencia extrema, desorientación, pupilas puntiformes, piel húmeda y, en casos graves, paro respiratorio. La rapidez con la que actúa, en cuestión de minutos, dificulta la intervención oportuna. Aunque la naloxona puede revertir algunas sobredosis de opioides, su efectividad contra el carfentanilo es limitada debido a su extrema potencia.
El carfentanilo se produce principalmente en laboratorios clandestinos, a menudo en China, y se distribuye a través de redes de narcotráfico. Su bajo costo de producción lo hace atractivo para los traficantes, quienes lo utilizan para potenciar otras drogas, incrementando su peligrosidad. Este factor económico agrava la crisis, ya que el opioide se vende a precios muy bajos en el mercado negro.
En América Latina, el impacto del carfentanilo ya se ha sentido. En 2022, Argentina reportó 24 muertes y 80 intoxicaciones por cocaína adulterada con este opioide en Buenos Aires. Este incidente encendió las alarmas sobre la posible expansión de esta droga en la región, donde el consumo de opioides sintéticos comienza a crecer.
La DEA subraya que el carfentanilo no solo representa un riesgo para los consumidores, sino también para los equipos de emergencia y las autoridades, ya que puede absorberse a través de la piel o inhalarse accidentalmente. Este peligro adicional complica los esfuerzos para controlar su propagación y atender las emergencias relacionadas.
La crisis de los opioides sintéticos, ahora agravada por el carfentanilo, pone en evidencia la falta de estrategias efectivas para combatir el narcotráfico y la adicción. Mientras los cárteles aprovechan la alta rentabilidad de estas sustancias, las muertes por sobredosis continúan aumentando, dejando a las autoridades ante un desafío cada vez más difícil de enfrentar.
La advertencia de la DEA busca generar conciencia sobre esta amenaza letal. La vigilancia, la educación y el acceso a herramientas como la naloxona son cruciales para mitigar el impacto del carfentanilo, una droga que, por su potencia, está redefiniendo la crisis de opioides en el mundo.

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