La violencia en México no da tregua y el gobierno parece incapaz de frenarla. Este miércoles, fuerzas federales detuvieron en Culiacán, Sinaloa, a Jesús Guadalupe “N”, alias “Jasiel Beltrán Reyes”, un presunto narcotraficante requerido por Estados Unidos por asociación delictuosa y tráfico de drogas.
El operativo tuvo lugar en el Desarrollo Urbano Tres Ríos, tras días de vigilancia que terminaron con su captura en el bulevar Pedro Infante. Las autoridades lo señalan como un objetivo clave, pero esto solo evidencia cómo el crimen organizado sigue operando con libertad en el país.
Estados Unidos, a través del Departamento de Seguridad Nacional y el Servicio de Inmigración, había solicitado su extradición. Su detención requirió la participación de la Fiscalía General de la República, la Defensa, la Marina y la Guardia Nacional, lo que muestra el tamaño del problema que el gobierno no logra controlar.
Tras ser arrestado, fue puesto a disposición del Ministerio Público para definir su situación legal. Sin embargo, la pregunta sigue en el aire: ¿cuántos más como él siguen libres mientras la inseguridad crece sin freno en Sinaloa y el resto de México?
La captura ocurre en medio de una ola de violencia en el estado, con 780 homicidios reportados entre octubre de 2024 y febrero de 2025. Esto es un aumento alarmante del 286% comparado con el año anterior, según el Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Mientras tanto, el gobierno federal presume avances en seguridad que nadie ve en las calles. Culiacán, cuna del Cártel de Sinaloa, sigue siendo un foco rojo que expone la falta de estrategia para combatir el narco y proteger a la población.