La justicia mexicana ha dado un golpe contundente contra la delincuencia organizada en Guerrero. Un juez federal condenó a dos integrantes del cártel de Los Zetas a penas que superan los 50 años de prisión, tras encontrarlos culpables de secuestro y otros delitos graves.
Los sentenciados, identificados como Jesús “N” y Gerardo “N”, enfrentaron cargos por secuestro, delincuencia organizada y posesión de armas de fuego exclusivas del Ejército. Jesús recibió 58 años y 6 meses, mientras que Gerardo fue condenado a 53 años y 9 meses, además de multas económicas.
Este caso pone de nuevo en el foco la violencia desatada por grupos como Los Zetas, que han sembrado terror en diversas regiones del país. Los hechos ocurrieron en 2015, cuando ambos fueron detenidos en flagrancia en Tecpan de Galeana, Guerrero, tras un operativo de la Secretaría de Marina.
La captura se logró mientras extorsionaban a un empresario local, a quien mantenían privado de su libertad. Las autoridades hallaron armas y equipo táctico en su posesión, evidencias clave para su sentencia tras casi una década de proceso judicial.
La magnitud de las penas refleja la gravedad de los crímenes, pero también resalta un problema mayor: la inseguridad sigue escalando en México. Regiones como Guerrero viven bajo la sombra de cárteles que operan con impunidad, desafiando a un gobierno que parece incapaz de frenarlos.
Este fallo judicial llega en un contexto de creciente violencia. Los secuestros y extorsiones no dan tregua, y la ciudadanía se pregunta cuánto más tendrá que esperar para ver resultados reales en la lucha contra el crimen organizado.