El legendario guitarrista Carlos Santana, de 77 años, ha dado un giro inesperado a su carrera al lanzar “Me Retiro”, su primera incursión en el género norteño, un estilo icónico del regional mexicano. Este nuevo sencillo, que se estrena este miércoles, es una colaboración con Grupo Frontera, una de las bandas más destacadas de la escena actual. La canción fusiona la melancolía característica del norteño con el inconfundible estilo de la guitarra de Santana, creando un sonido que él mismo describe como un reflejo del “espíritu de sus raíces mexicanas”.
Este lanzamiento marca el regreso de Santana a la música en español desde su álbum “Corazón” de 2014, donde colaboró con artistas como Juanes, Gloria Estefan y Romeo Santos. Sin embargo, esta vez optó por alejarse del pop latino y sumergirse en el regional mexicano, un género que, según él, representa una conexión profunda con su identidad. “Grupo Frontera tiene alma, tiene propósito, y eso es lo que busco. Yo no toco con cualquiera”, afirmó Santana en una entrevista, destacando la autenticidad de la banda.
La canción “Me Retiro”, compuesta por Édgar Barrera, llegó a Santana a través de Grupo Frontera, quienes le enviaron el tema. El guitarrista, nacido en Autlán de Navarro, Jalisco, se sintió inmediatamente atraído por su esencia. “Yo soy mexicano, ese es mi espíritu”, aseguró, recordando cómo su padre le enseñó la música de Agustín Lara, que marcó su conexión con la cultura mexicana. Para Santana, toda su música, sin importar el género, lleva el sello de su herencia.
Este nuevo proyecto llega en un momento significativo para el músico, quien enfrentó serios desafíos de salud en los últimos años. A principios de 2024, Santana sufrió una fractura en el dedo meñique de su mano izquierda, lo que requirió cirugía y lo obligó a cancelar parte de su residencia en Las Vegas. “Por 30 segundos tuve miedo de no volver a tocar, pero con Dios no hay imposibles. Este dedito me da balance, equilibrio y confianza. Quedó muy bien”, relató.
Además, en abril de este año, Santana fue hospitalizado en San Antonio, Texas, por deshidratación justo antes de un concierto. El incidente, que él atribuye a olvidar tomar agua durante sus intensas presentaciones, no frenó su espíritu. “Cuando estoy tocando se me olvida comer y beber, y me desmayo”, confesó con un toque de humor, agradeciendo a su esposa, Cindy Blackman, por recordarle cuidar su salud.
El lanzamiento de “Me Retiro” no solo es un hito en la carrera de Santana, sino también una afirmación de su identidad mexicana. El guitarrista expresó su deseo de seguir explorando las raíces musicales de México, con planes de grabar un álbum inspirado en las tradiciones indígenas, como las de los huicholes y los tarahumaras. “Son la raíz verdadera de la cultura nacional”, afirmó, destacando su admiración por estas comunidades.
Santana también rindió homenaje a los músicos que lo han inspirado, como Ritchie Valens, Mongo Santamaría y los Indios Tabajaras. “Vengo de muchos músicos, yo los represento a todos, y esta canción es parte de ese legado”, aseguró. Su conexión con la música mexicana trasciende géneros, y “Me Retiro” es una muestra de cómo su guitarra puede dialogar con las melodías del norte.
La colaboración con Grupo Frontera no es solo un encuentro musical, sino una unión de generaciones y estilos. Mientras Santana aporta su experiencia y su sonido único, la banda inyecta frescura y un toque moderno al género norteño. El resultado es una canción que promete resonar tanto con los amantes del regional mexicano como con los seguidores del icónico guitarrista.
A pesar de los retos físicos, Santana sigue demostrando su pasión por la música. Su regreso al escenario está marcado por la disciplina y la gratitud, valores que, según él, lo mantienen en pie. “Dios me mandó una mujer que es como atleta olímpica”, dijo sobre su esposa, quien lo ayuda a mantener el equilibrio en su vida y carrera.
Con “Me Retiro”, Carlos Santana no solo explora un nuevo género, sino que reafirma su amor por México y su música. Este sencillo es un puente entre su legado y las nuevas generaciones, un testimonio de que, a sus 77 años, el guitarrista sigue siendo una fuerza creativa imparable.