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Fiscalía francesa solicita penas de hasta 10 años por el robo millonario a Kim Kardashian en París

En un caso que sacudió al mundo del espectáculo, la fiscalía francesa ha solicitado penas de entre 6 y 10 años de prisión para los acusados del robo de joyas a Kim Kardashian, ocurrido en 2016 en París. El juicio, que ha captado la atención internacional, busca justicia por uno de los atracos más sonados de la última década.
El robo tuvo lugar en octubre de 2016, cuando Kardashian, estrella de la televisión y las redes sociales, fue sorprendida en su habitación de hotel en la capital francesa. Un grupo de hombres armados, algunos disfrazados de policías, la ataron y amordazaron, llevándose joyas valoradas en más de 10 millones de dólares.
Entre los objetos robados destacaba un anillo de diamantes de 18.8 quilates, valuado en 4 millones de dólares, regalo de su entonces esposo, Kanye West. La magnitud del atraco no solo impactó por el monto, sino por la audacia de los delincuentes, que planearon el golpe con precisión.
La fiscalía señaló a un grupo de 12 personas como responsables, aunque solo nueve enfrentan actualmente el juicio. El presunto líder, Aomar Ait Khedache, de 68 años, podría recibir hasta 10 años de cárcel por su rol como cerebro de la operación.
Los acusados, en su mayoría hombres mayores con antecedentes delictivos, ejecutaron el robo en menos de siete minutos. Según la investigación, utilizaron bicicletas para moverse por París y evitar ser detectados, además de aprovechar información privilegiada sobre los movimientos de Kardashian.
El juicio ha revelado detalles escalofriantes, como el uso de cintas adhesivas para inmovilizar a la celebridad y la amenaza con un arma de fuego para obligarla a entregar sus pertenencias. Kardashian, quien no estuvo presente en el juicio, testificó previamente sobre el trauma que le dejó el incidente.
La fiscalía ha destacado la sofisticación del plan, que incluyó vigilancia previa y una red de contactos para vender las joyas robadas. Algunas piezas, sin embargo, nunca fueron recuperadas, lo que ha complicado aún más el caso.
Los abogados defensores argumentan que las penas solicitadas son excesivas, alegando que no hubo violencia física grave contra Kardashian. Sin embargo, la fiscalía insiste en la necesidad de un castigo ejemplar por la gravedad del delito y su impacto mediático.
El caso ha reavivado el debate sobre la seguridad de las celebridades en eventos de alto perfil en París, conocida como la capital de la moda. El veredicto, esperado en las próximas semanas, podría sentar un precedente para casos similares.
Mientras el mundo espera la resolución, el robo a Kim Kardashian sigue siendo un recordatorio de los riesgos que enfrentan las figuras públicas, incluso en entornos aparentemente seguros.

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