En un operativo sin precedentes, la policía alemana arrestó a cinco jóvenes, de entre 14 y 18 años, sospechosos de integrar una célula terrorista de extrema derecha conocida como “Última Ola de Defensa” (L.V.W.). Las detenciones se llevaron a cabo en varios estados del país, marcando un nuevo capítulo en la lucha contra el extremismo en Europa.
La Fiscalía Federal de Alemania señaló que cuatro de los detenidos, identificados como Benjamin H., Ben-Maxim H., Lenny M. y Jason R., son considerados miembros activos de la organización, formada a mediados de 2024. El quinto joven, Jerome M., está acusado de apoyar al grupo en sus actividades.
Según las autoridades, el grupo tenía como objetivo desestabilizar el sistema democrático alemán mediante ataques violentos contra migrantes y opositores políticos. Los jóvenes, todos de nacionalidad alemana, habrían planeado acciones para provocar el colapso del orden estatal.
Entre los cargos más graves, Lenny M. y Jerome M. enfrentan acusaciones por intento de asesinato relacionado con un incendio provocado que causó daños significativos. Ben-Maxim H. también está implicado como cómplice en estos hechos, lo que agrava la situación legal de los involucrados.
La investigación reveló que los sospechosos actuaron con una mentalidad radicalizada, influenciados por ideologías de extrema derecha. La Fiscalía destacó que, a pesar de su corta edad, los jóvenes mostraron una “madurez en su sentido de responsabilidad” para llevar a cabo actos violentos.
Además, Lenny M. enfrenta cargos adicionales por el uso de símbolos anticonstitucionales, un delito que refleja la ideología extremista del grupo. Las autoridades alemanas subrayaron la gravedad de estos actos, que buscaban socavar los fundamentos democráticos del país.
El operativo policial involucró a cientos de agentes en varios estados, lo que demuestra la magnitud de la amenaza percibida. Las autoridades han intensificado la vigilancia sobre grupos de extrema derecha, especialmente tras el aumento de actividades radicales en los últimos años.
Este caso pone de manifiesto el creciente problema del extremismo entre los jóvenes en Alemania. Las redes sociales y los foros en línea han sido señalados como espacios clave para la radicalización, lo que representa un desafío para las autoridades en su esfuerzo por prevenir futuros ataques.
La justicia alemana continuará investigando para determinar el alcance total de las actividades del grupo. Mientras tanto, los detenidos permanecen bajo custodia, enfrentando un proceso legal que podría sentar un precedente en la lucha contra el terrorismo de extrema derecha.
Este incidente se suma a una serie de operaciones antiterroristas en Alemania, donde los grupos extremistas han ganado terreno en los últimos años. Las autoridades han prometido mantener una postura firme para proteger la democracia y la seguridad de los ciudadanos.