El sindicato United Auto Workers (UAW) de Estados Unidos aplaudió la decisión del presidente Donald Trump de imponer un arancel del 25% a los autos importados, medida anunciada el 26 de marzo de 2025. Según el líder sindical Shawn Fain, este paso marca el inicio del fin del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), al que calificó como un “desastre” para los trabajadores.
Fain destacó que el arancel es una victoria para la clase trabajadora, pues busca revertir décadas de políticas comerciales que, según él, devastaron comunidades al permitir la fuga de empleos manufactureros. El sindicato ve esta acción como una oportunidad clave para renegociar el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
La medida exime a las autopartes que cumplan con las reglas del T-MEC, pero el UAW insiste en que el acuerdo actual perpetúa los problemas del TLCAN, como el déficit comercial con México. Por ello, pidieron una revisión inmediata del T-MEC para proteger los empleos en Estados Unidos.
Esta postura refleja el apoyo del sindicato a las políticas proteccionistas de Trump, quien justificó los aranceles como una forma de fortalecer la industria automotriz local. Sin embargo, la decisión podría tensar las relaciones comerciales con México y Canadá, socios clave en la región.