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Trolebús Chalco-Santa Martha: ¿Promesa Cumplida o Más Fallas del Gobierno?

El pasado 18 de mayo, el Trolebús Chalco-Santa Martha arrancó operaciones, conectando el oriente del Estado de México con la Ciudad de México. Este proyecto, impulsado por la presidenta Claudia Sheinbaum cuando era jefa de gobierno, prometía ser una solución revolucionaria para la movilidad de millones de mexiquenses. Sin embargo, su arranque ha estado marcado por controversias y problemas que han generado dudas entre los usuarios.
La Línea 11 del trolebús, operada por el Servicio de Transportes Eléctricos de la Ciudad de México, recorre 18.5 kilómetros desde Chalco hasta Santa Martha Acatitla, pasando por los municipios de La Paz, Valle de Chalco y la alcaldía Iztapalapa. Con 15 estaciones, el trayecto promete reducir el tiempo de traslado de dos horas a solo 35 minutos en su servicio exprés. Pero, ¿realmente cumple con lo prometido?
Uno de los puntos más criticados ha sido el cobro del pasaje. Aunque se anunció una tarifa de 13 pesos, usuarios reportaron que las máquinas cobraban hasta 20 pesos, desatando quejas desde el primer día. La Secretaría de Movilidad del Estado de México atribuyó esto a un “error de programación” en las máquinas, asegurando que se corregiría y se reembolsaría a los afectados. Sin embargo, este fallo inicial ha generado desconfianza entre los pasajeros.
El sistema ofrece gratuidad para menores de cinco años, personas con discapacidad y adultos mayores de 60 años, además de contar con rampas, espacios para sillas de ruedas y señalización en braille. Pese a estas características, la falta de claridad en las tarifas y los errores técnicos han opacado los beneficios que presume el gobierno.
Con 102 unidades articuladas, cada una con capacidad para 142 pasajeros, el trolebús busca movilizar a 120 mil personas diariamente en su etapa inicial, con planes de llegar a 230 mil en el futuro. Además, su diseño eléctrico promete ser amigable con el medio ambiente, un punto que el gobierno de Morena ha destacado insistentemente. Pero los problemas operativos iniciales hacen que muchos se pregunten si esta obra realmente transformará la movilidad.
El proyecto, que tuvo un costo de miles de millones de pesos, se conecta con la Línea A del Metro, la Línea 2 del Cablebús y la Línea 10 del Trolebús Elevado. Esta interconectividad es uno de los puntos fuertes de la obra, pero las estaciones incompletas han sido otro dolor de cabeza. Cinco paradas, incluyendo Los Reyes, La Caldera y Apolocalco, no están operando debido a obras pendientes en drenaje, lo que limita el servicio.
La supervisión de la obra ha estado a cargo de figuras como la presidenta Claudia Sheinbaum, la gobernadora Delfina Gómez y la jefa de gobierno Clara Brugada, todas de Morena. Este respaldo político ha sido usado para destacar el proyecto como un logro del partido, pero los errores iniciales y los retrasos en la construcción han alimentado críticas sobre la planeación y ejecución.
Usuarios como Germán Muñoz, quien comparó el costo del trolebús con el de las combis tradicionales, han expresado su frustración. “Si van a cobrar 20 pesos, es lo mismo que pagamos ahora”, señaló. La promesa de un transporte moderno, eficiente y accesible parece tambalearse ante estos tropiezos iniciales.
A pesar de las fallas, el trolebús cuenta con características atractivas, como zonas exclusivas para mujeres, cámaras de vigilancia conectadas al C5 y conexión WiFi. Estas amenidades buscan mejorar la experiencia del usuario, pero su impacto se ve reducido si los problemas técnicos y de costos persisten.
El Trolebús Chalco-Santa Martha es, sin duda, una obra ambiciosa que podría cambiar la vida de millones de mexiquenses. Sin embargo, su arranque accidentado y las promesas no cumplidas del gobierno de Morena plantean serias dudas sobre si esta será otra gran obra que queda en buenas intenciones.

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