La columna de Óscar Glenn publicada en Milenio pone el reflector sobre el arranque del gobierno de Claudia Sheinbaum, quien asumió la presidencia con promesas de continuidad y transformación. Desde el inicio, su administración ha generado expectativas, pero también dudas sobre si las “señales favorables” que presume son reales o solo una estrategia para mantener el control político.
Sheinbaum ha destacado logros como el impulso a programas sociales y la atención a sectores vulnerables. Según la columna, su gobierno busca consolidar el proyecto de Morena con iniciativas que, en el papel, suenan prometedoras: apoyo al campo, infraestructura y políticas de bienestar. Pero, ¿es esto suficiente para hablar de un cambio verdadero?
Por otro lado, la crítica no se hace esperar. La columna señala que, aunque Sheinbaum proyecta una imagen de estabilidad, persisten problemas estructurales que su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, no resolvió. La inseguridad, la polarización y la falta de resultados concretos en economía son temas que siguen pesando en la percepción ciudadana.
Un punto que resalta Glenn es el manejo político de Morena. La maquinaria del partido sigue operando con fuerza, pero no sin tropiezos. La columna sugiere que algunos funcionarios cercanos a Sheinbaum podrían estar más enfocados en mantener el poder que en generar soluciones reales para los mexicanos.
En materia de seguridad, las señales no son tan favorables. A pesar de los discursos optimistas, la violencia no cede terreno. La columna apunta que el gobierno federal parece incapaz de frenar el avance de los cárteles, un problema que pone en jaque la narrativa de transformación que tanto defiende Morena.
La economía es otro talón de Aquiles. Aunque Sheinbaum presume estabilidad macroeconómica, la columna advierte sobre el aumento de la deuda pública y la dependencia de programas clientelares. Estos gastos, lejos de resolver la pobreza, podrían estar inflando las cifras de bienestar sin atacar las causas de fondo.
En el ámbito internacional, el gobierno de Sheinbaum enfrenta retos adicionales. Las tensiones con Estados Unidos por temas migratorios y de seguridad han puesto a México en una posición delicada. La columna cuestiona si la presidenta tendrá la habilidad para navegar estas aguas turbulentas sin comprometer la soberanía que tanto defiende.
El texto de Glenn también toca el tema de la polarización. Mientras Morena y sus aliados celebran cada paso como un triunfo, la oposición y amplios sectores de la sociedad ven con escepticismo los resultados. La falta de diálogo y la insistencia en descalificar a los críticos podrían costarle caro a Sheinbaum.
A seis meses de su gobierno, la pregunta sigue en el aire: ¿estamos ante un nuevo capítulo de transformación o solo una repetición de promesas vacías? La columna invita a no dejarse llevar por el optimismo oficialista y a exigir resultados tangibles en un país que no puede esperar más.
Las señales favorables que presume el gobierno de Claudia Sheinbaum podrían ser un espejismo si no se traducen en cambios reales. Por ahora, México observa, entre la esperanza y la desconfianza, lo que esta administración tiene para ofrecer.

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Señales de esperanza o espejismos? Claudia Sheinbaum y su gobierno bajo la lupa
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