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Senadores de Morena encabezan viaje a EU para frenar impuesto a remesas

Un grupo de senadores mexicanos, liderado por figuras de Morena, prepara maletas para viajar a Estados Unidos con la misión de convencer a congresistas de frenar un impuesto del 5% a las remesas. La Secretaría de Relaciones Exteriores reveló la lista de legisladores que participarán en esta cruzada, en medio de críticas por la falta de resultados concretos en negociaciones previas.
La propuesta de gravar las remesas, impulsada por legisladores republicanos en la Cámara de Representantes, ha encendido las alarmas en México. Este impuesto afectaría directamente a millones de migrantes que envían dinero a sus familias, un pilar clave de la economía mexicana. La delegación, encabezada por el senador Ignacio Mier, busca revertir una medida que consideran discriminatoria y perjudicial.
Claudia Sheinbaum, desde la Presidencia, ha calificado el impuesto como una injusticia. En recientes declaraciones, insistió en que el gobierno mexicano no permitirá que se castigue a los migrantes, aunque sus palabras han generado escepticismo. Críticos señalan que las promesas de diálogo con Estados Unidos suelen quedar en discursos vacíos, sin avances reales.
El Senado mexicano, dominado por Morena, aprobó por unanimidad enviar esta comisión plural. Sin embargo, la selección de los legisladores ha levantado sospechas. Voces opositoras cuestionan si los enviados, muchos cercanos al oficialismo, priorizarán los intereses nacionales o aprovecharán el viaje para fines políticos.
Las remesas representan casi el 4% del PIB mexicano, con un récord de 64,745 millones de dólares en 2024. Un impuesto del 5% no solo golpearía a las familias que dependen de estos envíos, sino que podría desincentivar el uso de canales formales, empujando a los migrantes a vías riesgosas e informales. Los senadores planean argumentar que esta medida viola principios de cooperación bilateral.
Adán Augusto López, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, ha calificado el impuesto como una violación a los derechos humanos. Sus declaraciones, cargadas de indignación, contrastan con la falta de claridad sobre la estrategia que seguirán en Washington. Algunos analistas dudan de la efectividad de la misión, recordando fracasos previos en cabildeos internacionales.
La iniciativa en Estados Unidos, bautizada como “El Único, Grande y Hermoso Proyecto de Ley”, aún debe pasar por el pleno de la Cámara de Representantes y el Senado estadounidense. Aunque enfrenta resistencia incluso dentro del Partido Republicano, su avance ha generado preocupación en México. La delegación mexicana tendrá que sortear un ambiente político hostil, marcado por el endurecimiento de políticas migratorias bajo la administración de Donald Trump.
En el trasfondo, el tema de las remesas no es nuevo en la agenda bilateral. Desde 2019, propuestas similares han surgido en el Congreso estadounidense, a menudo ligadas a discursos antiinmigrantes. La diferencia ahora es el respaldo de una mayoría republicana, lo que eleva las probabilidades de que el impuesto prospere si no se actúa con rapidez.
Mientras los senadores alistan su viaje, en México crece la incertidumbre. Las familias que dependen de las remesas, especialmente en estados como Chiapas y Jalisco, temen por el impacto económico. Organizaciones de migrantes han exigido transparencia en las negociaciones y resultados tangibles, algo que, hasta ahora, el gobierno de Morena no ha garantizado.
El desenlace de esta misión podría definir el rumbo de las relaciones México-Estados Unidos en un momento crítico. Sin embargo, la sombra de la politización y la falta de estrategia clara amenazan con convertir este esfuerzo en otro capítulo de promesas incumplidas.

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