Shedeur Sanders, el quarterback estrella de los Colorado Buffaloes e hijo de la leyenda de la NFL Deion Sanders, enfrentó un duro golpe en el Draft 2025 de la NFL. Pese a las altas expectativas que lo colocaban como una posible selección de primera ronda, Sanders fue elegido hasta el puesto 144 en la quinta ronda por los Cleveland Browns. Esta caída en el draft significó una pérdida económica monumental para el joven de 23 años.
Si Sanders hubiera sido seleccionado como el primer pick global, como algunos analistas especulaban, su contrato de novato pudo haber alcanzado los 48 millones de dólares. Sin embargo, al caer a la quinta ronda, su acuerdo inicial con los Browns se estima en unos 4 millones de dólares por cuatro años. Esto representa una diferencia de más de 40 millones de dólares, un impacto financiero que pocos esperaban para un jugador de su calibre.
El desempeño universitario de Sanders fue sobresaliente. En 2024, completó 353 de 477 pases para 4,134 yardas, con 37 touchdowns y solo 10 intercepciones. Además, fue nombrado Jugador Ofensivo del Año en la Big 12 y recibió el premio Johnny Unitas Golden Arm como el mejor quarterback del fútbol americano colegial. Estas credenciales hacían pensar que su selección sería mucho más alta.
A pesar de su talento, varios factores pudieron influir en su caída en el draft. Sanders decidió no participar en las pruebas físicas del Scouting Combine, una decisión que limitó la oportunidad de mostrar sus habilidades ante los 32 equipos de la NFL. Además, reportes indican que algunas entrevistas con equipos no dejaron una buena impresión, lo que pudo generar dudas sobre su preparación o actitud.
Otro elemento que marcó su experiencia en el draft fue un incidente con una broma telefónica. Durante la segunda ronda, Sanders recibió una llamada de alguien que se hizo pasar por el gerente general de los New Orleans Saints, haciéndole creer que sería seleccionado. La NFL investiga cómo un bromista obtuvo su número privado, un episodio que Sanders calificó como infantil pero que no afectó su enfoque.
Los Cleveland Browns, que ya habían seleccionado a otro quarterback, Dillon Gabriel, en la tercera ronda, aprovecharon la oportunidad para hacerse de Sanders. El equipo intercambió selecciones con los Seattle Seahawks para asegurar el pick 144. Andrew Berry, gerente general de los Browns, destacó la precisión y cuidado con el balón de Sanders, considerándolo un prospecto sólido en la posición más importante del juego.
La llegada de Sanders a Cleveland lo coloca en una sala de quarterbacks competitiva, con veteranos como Joe Flacco y Kenny Pickett, además de Gabriel. Con Deshaun Watson fuera por una lesión en el tendón de Aquiles, Sanders tiene una oportunidad real de pelear por un puesto titular. Su capacidad para adaptarse y demostrar su valía será clave en una franquicia que busca estabilidad en la posición.
El impacto de esta selección va más allá del campo. La caída de Sanders generó debate en redes sociales y hasta una demanda de un aficionado contra la NFL, alegando irregularidades en el proceso del draft. Aunque estas acusaciones no han sido probadas, reflejan el revuelo que causó la inesperada espera del joven quarterback.
A pesar del tropiezo económico, Sanders se mostró resiliente. En una conferencia tras ser seleccionado, afirmó que nada de lo ocurrido afectó su amor por el juego. Su confianza en sí mismo y su historial de éxito inmediato en cada etapa de su carrera sugieren que podría revertir las dudas de los equipos que lo dejaron pasar.
Ahora, el desafío de Shedeur Sanders es claro: demostrar en el campo que los 143 jugadores seleccionados antes que él no tienen su potencial. En Cleveland, una ciudad apasionada por el fútbol americano, tendrá la oportunidad de escribir su propia historia y, quizás, convertir esta caída en el draft en una mera anécdota.