El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó un decreto que impone un arancel del 25% a todos los automóviles importados, con el objetivo de fortalecer la industria automotriz estadounidense. La medida, anunciada este 26 de marzo de 2025, busca incentivar la producción local y atraer inversiones al país.
Según el mandatario, los autos fabricados en territorio estadounidense estarán exentos de este gravamen, mientras que los importados enfrentarán el nuevo arancel a partir del 2 de abril. Trump destacó que esta decisión podría generar hasta un billón de dólares en ingresos para EU en los próximos años.
El decreto especifica que las piezas de automóviles que cumplan con el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) quedarán libres de aranceles, al menos hasta que se definan nuevos procesos para gravar componentes no estadounidenses. Esto ofrece un respiro parcial a México y Canadá, principales socios comerciales de EU en el sector.
La medida afecta directamente a países como México, donde se produce cerca del 80% de los vehículos que se exportan a Estados Unidos. Empresas como General Motors y Nissan podrían replantear sus operaciones ante el impacto económico de este arancel.
Trump justificó la decisión como una forma de recuperar empleos y detener la fuga de plantas manufactureras al extranjero. Sin embargo, expertos advierten que el costo de los autos en EU podría aumentar significativamente para los consumidores.
Este anuncio se suma a las políticas proteccionistas del presidente, quien también planea revelar más aranceles recíprocos el próximo 2 de abril, bautizado por él como el “Día de la Liberación”. La estrategia busca presionar a otros países para renegociar términos comerciales con Estados Unidos.