El Festival Acamoto 2025, celebrado en Acapulco, Guerrero, terminó en una verdadera pesadilla. Lo que prometía ser una reunión de miles de motociclistas de todo México se convirtió en un escenario de muerte y desorden. En tan solo tres días, el evento dejó un saldo de al menos ocho personas fallecidas y más de 50 accidentes viales. Las autoridades, desbordadas, no pudieron contener el caos.
Desde el jueves 15 de mayo, cuando arrancó el festival, las carreteras de acceso al puerto y la avenida Costera Miguel Alemán fueron testigos de una ola de percances. Derrapes, colisiones y acrobacias imprudentes marcaron el evento. Entre las víctimas fatales se encuentra una mujer atropellada por un motociclista en la zona de Acapulco Dorado, un hecho que ha indignado a los habitantes.
La falta de control fue evidente. Más de 10 mil motociclistas llegaron a Acapulco, muchos sin respetar las normas de tránsito. La Secretaría de Seguridad Pública reportó 290 infracciones y 115 motocicletas decomisadas, varias por carecer de documentación o incluso tener reporte de robo. A pesar de los operativos con miles de elementos de la Guardia Nacional, Policía Estatal y Marina, el desorden reinó.
El impacto no se limitó a las tragedias humanas. Las playas y avenidas de Acapulco amanecieron cubiertas de basura. Según la Promotora de Playas, se recolectaron 110 toneladas de desechos, incluyendo botellas, latas y plásticos. Los trabajadores municipales y hoteleros tuvieron que trabajar arduamente para limpiar la zona turística.
Videos en redes sociales expusieron la magnitud del problema. Motociclistas realizaron arrancones clandestinos, invadieron playas y hasta saquearon tiendas de conveniencia. Estos actos de vandalismo generaron rechazo entre los acapulqueños, quienes criticaron la tolerancia de las autoridades locales ante el descontrol.
El festival, que no cuenta con autorización oficial, ha sido cuestionado por años debido a su historial de violencia y accidentes. En 2024, Acamoto dejó una muerte y 30 lesionados, pero este año la situación se agravó. La ciudadanía exige regulaciones más estrictas o incluso la cancelación del evento en el futuro.
A pesar del caos, el evento impulsó el turismo en Acapulco. La Secretaría de Turismo de Guerrero reportó una ocupación hotelera del 80.1%, con la zona Dorada alcanzando el 92.8%. Sin embargo, los beneficios económicos no compensan las pérdidas humanas ni el daño a la imagen del puerto.
La tragedia de Acamoto 2025 pone en evidencia la incapacidad de las autoridades para garantizar la seguridad en eventos masivos. Mientras los motociclistas regresan a sus ciudades, Acapulco se recupera de las heridas de un fin de semana marcado por la imprudencia y la violencia.