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Falla catastrófica del “Cuauhtémoc” provoca caos en Nueva York

El buque escuela “Cuauhtémoc” de la Secretaría de Marina protagonizó un accidente que ha dejado atónitos a propios y extraños. El pasado 19 de mayo, la embarcación chocó contra el icónico Puente de Brooklyn en Nueva York, desatando una investigación que apunta a una combinación de fallas mecánicas y errores humanos.
Autoridades navales mexicanas y la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos están analizando las causas del siniestro. Los primeros reportes sugieren que una falla en el motor del “Cuauhtémoc” dejó al buque sin propulsión, quedando a la deriva en el río Hudson. Esta situación fue agravada por la deficiente actuación del remolcador Charles D. McAllister, encargado de guiar al barco.
El remolcador, según expertos, no estaba correctamente amarrado al buque, lo que limitó su capacidad para controlarlo contra el viento y la corriente. John Konrad, capitán y exalumno del New York Maritime College, cuestionó por qué no se siguieron los protocolos habituales de amarre, una práctica estándar para evitar este tipo de incidentes.
Datos de seguimiento de Marine Traffic y videos de testigos muestran cómo el remolcador empujó al “Cuauhtémoc” de manera suave, pero se retiró prematuramente. Esto permitió que el buque girara sin control, tomando un rumbo que lo llevó directo al puente. El impacto ocurrió a las 20:26, generando daños aún no cuantificados.
El remolcador intentó intervenir cuando el barco ya estaba a la deriva, pero llegó tarde para evitar la colisión. Especialistas coinciden en que la falta de propulsión en el “Cuauhtémoc” fue el factor determinante, pero la actuación del remolcador agravó la situación. Las dudas persisten sobre los “problemas mecánicos” que desencadenaron el desastre.
La Secretaría de Marina aún no ha emitido un comunicado oficial detallando las causas exactas del accidente. Mientras tanto, la investigación conjunta entre México y Estados Unidos busca esclarecer si hubo negligencia en el mantenimiento del buque o en la coordinación con el remolcador.
El informe final sobre el choque podría tardar varias semanas, según las autoridades. Este tiempo será crucial para determinar las responsabilidades y evitar que un incidente de esta magnitud vuelva a ocurrir. La colisión ha puesto en entredicho los protocolos de seguridad de la Marina mexicana en operaciones internacionales.
El accidente no solo representa un golpe a la imagen de la Secretaría de Marina, sino que también ha generado preocupación sobre la preparación de las embarcaciones mexicanas en puertos extranjeros. El “Cuauhtémoc”, símbolo de orgullo naval, ahora enfrenta un escrutinio sin precedentes tras este lamentable episodio.

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