La Unión Ganadera Regional de Nuevo León ha confirmado que no se han registrado casos de gusano barrenador en el estado, una plaga que ha generado preocupación en el sector ganadero mexicano. Esta declaración llega en un momento crítico, ya que la presencia de esta plaga en otras regiones del país ha llevado a Estados Unidos a suspender la importación de ganado mexicano, afectando severamente a los productores.
El gusano barrenador, causado por la mosca Cochliomyia hominivorax, es un parásito que afecta principalmente al ganado, depositando sus larvas en heridas abiertas. Estas larvas se alimentan de tejido vivo, lo que puede causar infecciones graves e incluso la muerte de los animales si no se trata a tiempo. La plaga, que se consideraba erradicada en México desde 1991, ha resurgido en estados del sur como Chiapas, Tabasco y Veracruz.
En Nuevo León, los ganaderos han intensificado las medidas de vigilancia para evitar la llegada de esta plaga. La Unión Ganadera Regional ha destacado que el estado cuenta con un sistema sólido de inspección y control sanitario, lo que ha permitido mantener al hato ganadero libre de esta amenaza. Sin embargo, reconocen que la situación en otras regiones representa un riesgo económico significativo.
La suspensión de exportaciones a Estados Unidos, implementada desde mayo de 2025, ha generado pérdidas millonarias para los productores mexicanos. Chihuahua, uno de los principales estados exportadores, reporta afectaciones de entre 25 y 30 millones de dólares semanales debido a la acumulación de becerros que no pueden ser enviados al mercado estadounidense.
En el sureste mexicano, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) ha implementado medidas como la dispersión de moscas estériles y la inspección rigurosa del ganado. Desde junio de 2024, se han invertido más de 167 millones de pesos en el operativo contra el gusano barrenador, con la liberación de 885 millones de moscas estériles en regiones afectadas.
A pesar de los esfuerzos, los ganaderos de Nuevo León piden al gobierno federal fortalecer los controles en la frontera sur para evitar la entrada de ganado infectado desde Centroamérica. La ganadería ilegal y la falta de inspecciones rigurosas en la región han sido señaladas como las principales causas del rebrote de esta plaga.
El impacto económico de la crisis no se limita a los estados del sur. En Nuevo León, donde la ganadería representa el 68.7 por ciento de la producción agropecuaria, los productores temen que la situación pueda afectar los precios locales y la competitividad en el mercado nacional.
La Unión Ganadera Regional ha exhortado a las autoridades a trabajar en conjunto con los estados exportadores para garantizar que regiones libres de la plaga, como Nuevo León, puedan reanudar sus actividades comerciales con Estados Unidos. La creación de un comité nacional y la regionalización del país son algunas de las propuestas para enfrentar esta crisis.
Mientras tanto, los ganaderos locales aseguran que continuarán con las revisiones diarias de su ganado y el uso de productos preventivos para mantener a Nuevo León como una zona libre de gusano barrenador. La prioridad, afirman, es proteger el patrimonio ganadero y evitar mayores pérdidas económicas.

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Ganaderos de Nuevo León descartan casos de gusano barrenador en el estado
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