El expresidente de Bolivia, Evo Morales, acusó al gobierno de Luis Arce de ocupar las embajadas de Venezuela, México y Cuba en La Paz con el supuesto objetivo de detenerlo. Según Morales, las autoridades bolivianas habrían utilizado operadores de las empresas telefónicas ENTEL y TIGO para ingresar a estas sedes diplomáticas, creyendo que él se encontraba escondido en alguna de ellas.
En un mensaje publicado en la red social X, Morales afirmó que esta acción viola acuerdos, pactos y convenciones diplomáticas internacionales. Además, señaló que el gobierno de Arce, al que calificó de derechista y servil a Estados Unidos, traiciona los principios de izquierda al invadir embajadas de países aliados. Sin embargo, no presentó pruebas que respalden sus acusaciones.
El gobierno boliviano no ha emitido comentarios sobre las declaraciones de Morales. Las embajadas de Venezuela, México y Cuba, países históricamente cercanos a ambos líderes, tampoco han respondido hasta el momento. Este silencio añade incertidumbre a las graves denuncias del exmandatario.
Morales y Arce, quienes fueron aliados políticos durante años, están distanciados desde finales de 2021. Las tensiones entre ambos se deben a diferencias en la gestión del Estado, el control del Movimiento al Socialismo (MAS) y la candidatura presidencial para las elecciones del 17 de agosto de 2025. Este conflicto ha dividido al oficialismo boliviano en dos facciones.
El exmandatario renunció recientemente al MAS, partido que lideró por casi tres décadas, tras perder su presidencia en noviembre de 2024. Morales anunció la creación de una nueva organización política llamada Evo Pueblo, aunque esta aún no está legalmente constituida. Su salida del MAS marcó el fin de una era en la política boliviana.
Morales enfrenta una investigación por presunta trata agravada de personas. La Fiscalía de Bolivia lo acusa de haber tenido una relación con una menor de edad, con quien supuestamente tuvo un hijo durante su presidencia. Este caso ha generado controversia y ha intensificado las tensiones con el gobierno de Arce.
En su mensaje, Morales también aseguró que evitó ser detenido durante una marcha el pasado viernes para prevenir un enfrentamiento violento en La Paz. Según él, su captura podría haber desencadenado disturbios con víctimas fatales, una situación que, afirmó, quiso evitar a toda costa.
Las acusaciones de Morales han generado debate en Bolivia y en la región. La supuesta ocupación de embajadas, de confirmarse, representaría una grave violación al derecho internacional. Por ahora, la falta de pruebas y el silencio oficial mantienen esta denuncia en el terreno de la especulación.
El conflicto entre Morales y Arce refleja una profunda crisis política en Bolivia. A medida que se acercan las elecciones de 2025, las divisiones dentro del oficialismo y las investigaciones judiciales contra Morales prometen mantener al país en un estado de tensión permanente.

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Evo Morales denuncia ocupación de embajadas en Bolivia para capturarlo
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