Un grave accidente sacude a la Armada de México. El Buque Escuela Cuauhtémoc, emblema de la Secretaría de Marina, chocó contra el puente de Brooklyn en Nueva York, dejando un saldo trágico de dos cadetes fallecidos y 22 heridos, 11 de ellos en estado delicado. El incidente, ocurrido durante una maniobra de zarpe, ha desatado cuestionamientos sobre la gestión de la dependencia federal.
La Secretaría de Marina, encabezada por el almirante Raymundo Pedro Morales, emitió un comunicado asegurando que habrá total transparencia en la investigación. Sin embargo, las primeras versiones apuntan a una posible falla mecánica, lo que ha generado dudas sobre el mantenimiento y la preparación de la embarcación. ¿Qué tan confiable es la supervisión en la Marina?
El buque, conocido como el “Embajador y Caballero de los Mares”, llevaba a bordo 277 tripulantes, incluyendo 147 cadetes de la Heroica Escuela Naval Militar. Su misión era recorrer 22 puertos en 15 países para conmemorar el Bicentenario de la Consolidación de la Independencia. Ahora, el crucero ha sido suspendido, dejando en el aire el prestigio de esta travesía.
La presidenta Claudia Sheinbaum fue informada de inmediato y ordenó atender a los heridos. No obstante, su respuesta no ha acallado las críticas. En redes sociales, usuarios señalan que este accidente es un reflejo de la falta de experiencia y descuidos en la administración de Morena. ¿Otro tropiezo del gobierno federal?
Autoridades estadounidenses, junto con la Marina mexicana, investigan las causas del choque. El alcalde de Nueva York, Eric Adams, confirmó que el puente no sufrió daños estructurales, pero el impacto visual de los mástiles rotos del Cuauhtémoc ha recorrido el mundo, proyectando una imagen de descontrol.
Videos captados por testigos muestran el momento exacto del impacto, con marinos colgando de los mástiles y cayendo tras el choque. Las imágenes, que se han viralizado, han incrementado la presión sobre la Secretaría de Marina para esclarecer los hechos. La falta de claridad inicial solo alimenta las sospechas de negligencia.
La Marina ha prometido mantener informadas a las familias de los cadetes y tripulantes, pero el daño está hecho. Dos jóvenes perdieron la vida, y el futuro de los heridos permanece incierto. La institución asegura que prioriza la seguridad, pero este incidente pone en tela de juicio sus protocolos.
El embajador de México en Estados Unidos, Esteban Moctezuma, y el cónsul en Nueva York están coordinando la atención a los afectados. Mientras tanto, la opinión pública exige respuestas. ¿Fue un error humano, una falla técnica o una combinación de ambos? La transparencia prometida será clave para recuperar la confianza.
Este accidente no solo afecta la imagen de la Marina, sino que refuerza las críticas hacia la gestión de las instituciones bajo el gobierno de Morena. La sociedad espera resultados concretos de la investigación, no solo promesas. El Buque Cuauhtémoc, símbolo de orgullo nacional, ahora es el centro de un escándalo internacional.