En un gesto que marcó el inicio de su pontificado, el Papa León XIV dedicó más de una hora a saludar a representantes de cerca de 150 delegaciones internacionales en la Basílica de San Pedro. El evento, cargado de simbolismo, ocurrió tras la misa de entronización que reunió a líderes mundiales en el Vaticano.
La jornada comenzó con un recorrido del Papa en el papamóvil por la Plaza de San Pedro, donde fue recibido por miles de fieles que coreaban su nombre. La misa, celebrada ante 150,000 personas, destacó por su mensaje de paz y unidad, en un mundo marcado por conflictos y divisiones.
El Papa, de origen estadounidense y nacionalidad peruana, mostró cercanía con las delegaciones al entablar conversaciones prolongadas con varios líderes. Entre ellos, los Reyes de España, Felipe y Letizia, con quienes dialogó en un tono cordial durante varios minutos, reflejando su dominio del español.
Latinoamérica tuvo un protagonismo especial en los saludos. El Papa conversó con la presidenta de Perú, Dina Boluarte, con quien ya se había reunido antes de la misa. También dedicó tiempo al presidente colombiano Gustavo Petro y al ecuatoriano Daniel Noboa, cuya esposa le obsequió un rosario para que lo bendijera.
Argentina estuvo representada por el canciller Gerardo Werthein y la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, quienes transmitieron las felicitaciones del presidente Javier Milei. Brasil envió al vicepresidente Geraldo Alckmin, mientras que Costa Rica contó con la presencia de su canciller, Arnoldo André.
Otros líderes mundiales presentes incluyeron al presidente ucraniano Volodímir Zelenski, acompañado de su esposa Olena, y al presidente italiano Sergio Mattarella. El Papa también saludó a representantes de instituciones como la FAO, la Comisión Europea y la ONU, mostrando su interés por el diálogo global.
Un momento destacado fue el regalo de un cuadro con escritura china por parte del presidente de la FAO, Qu Dongyu, un gesto que subrayó la diversidad de las delegaciones. Casas reales como la de Bélgica y personalidades como la reina Máxima de los Países Bajos también estuvieron presentes.
El Papa León XIV, quien asumió el nombre en honor a León XIII, cerró la jornada reafirmando su compromiso con la paz y la unidad. Su estilo, marcado por la humildad y la cercanía, comienza a definirse como un puente entre culturas y naciones en un contexto global complejo.
Esta ceremonia, con un despliegue de seguridad sin precedentes, no solo marcó el inicio oficial del pontificado, sino que también consolidó la figura de León XIV como un líder dispuesto a tender la mano a un mundo en busca de reconciliación.

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El Papa León XIV sorprende al mundo con un saludo maratónico a delegaciones internacionales
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