La Universidad Autónoma del Estado de México atraviesa una de las peores crisis de su historia reciente. La elección para designar a la nueva rectora, programada para mayo de 2025, se ha suspendido indefinidamente debido a intensas protestas estudiantiles y académicas. La falta de claridad en el proceso y las acusaciones de irregularidades han generado un ambiente de incertidumbre que mantiene a la comunidad universitaria al borde del colapso.
El proceso electoral comenzó el 10 de marzo con seis candidatas, todas mujeres, un hecho histórico para la institución. Sin embargo, la renuncia de una de las aspirantes, Eréndira Fierro, desató una ola de críticas. Estudiantes y profesores denunciaron falta de transparencia y presuntas manipulaciones por parte de las autoridades universitarias. Como resultado, 18 planteles de la UAEMex iniciaron paros indefinidos, y la rectoría fue tomada por manifestantes.
El rector en funciones, Eduardo Barrera Díaz, ha sido blanco de señalamientos. Una grabación filtrada, cuya autenticidad la universidad cuestiona, lo involucra en supuestas maniobras para favorecer a una candidata afín a su administración. Las arcas de la institución, según las acusaciones, podrían quedar vacías si no se impone su candidata, lo que ha encendido aún más los ánimos entre los universitarios.
La suspensión de la elección fue anunciada el 12 de mayo, justo dos días antes de que concluyera el periodo de Barrera Díaz. La auscultación cuantitativa, un mecanismo clave para elegir al rector, fue pospuesta por la falta de condiciones para garantizar un proceso justo. En su lugar, se designará un encargado de despacho el 14 de mayo, mientras se espera que la situación se estabilice.
Los paros estudiantiles han paralizado casi todas las facultades de la UAEMex. Los alumnos exigen la anulación total del proceso electoral y la intervención de autoridades externas para garantizar imparcialidad. Algunos sectores incluso han pedido la renuncia de las autoridades universitarias, argumentando que han perdido la confianza de la comunidad.
El académico Alberto Saladino intentó frenar el proceso mediante un amparo legal, denunciando vicios de origen. Aunque su solicitud no prosperó, reflejó el descontento generalizado. Mientras tanto, las candidatas restantes –Dolores Duran García, Maricruz Moreno Zagal, María José Bernáldez y Martha Patricia Zarza– permanecen en un limbo, sin claridad sobre el futuro de sus campañas.
La crisis ha generado opiniones divididas. Algunos sectores universitarios consideran que la intervención del gobierno estatal podría ser necesaria para restablecer el orden, aunque otros rechazan esta idea, temiendo una politización del conflicto. Lo cierto es que la UAEMex enfrenta un desafío sin precedentes que pone en riesgo su estabilidad académica y administrativa.
La comunidad universitaria espera respuestas concretas. Mientras los planteles permanecen cerrados y las negociaciones entre autoridades y manifestantes no avanzan, el futuro de la institución sigue en el aire. La designación de un encargado provisional podría ser solo un parche temporal ante un problema que requiere soluciones de fondo.
La UAEMex, una de las universidades más importantes del país, no había enfrentado un conflicto de esta magnitud en décadas. La resolución de esta crisis definirá no solo el rumbo de la institución, sino también el legado de una gestión que prometía transparencia y equidad. Por ahora, la incertidumbre reina en los pasillos de la máxima casa de estudios mexiquense.

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Crisis en la UAEMex: Paros, protestas y un proceso electoral en jaque
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