Un nuevo ataque aéreo israelí en la Franja de Gaza ha dejado un saldo devastador: al menos 24 personas muertas y decenas de heridos en un campamento de desplazados en la zona de Al-Mawasi, al sur del territorio. El bombardeo, ocurrido en la madrugada del sábado, impactó una área designada como segura para civiles, según autoridades palestinas.
El Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás, informó que entre las víctimas hay mujeres y niños, muchos de los cuales se encontraban en tiendas de campaña improvisadas. Las imágenes compartidas en redes sociales muestran un escenario de destrucción, con escombros y estructuras quemadas tras el impacto de los misiles.
El ejército israelí confirmó el ataque, asegurando que su objetivo eran operativos de Hamás que, según ellos, operaban en la zona. Sin embargo, no proporcionaron detalles específicos sobre los blancos ni pruebas de la presencia de milicianos en el campamento.
Organizaciones humanitarias han condenado el bombardeo, destacando que Al-Mawasi había sido declarada una zona humanitaria por Israel para albergar a miles de desplazados que han huido de otras partes de Gaza. La Media Luna Roja Palestina reportó que sus equipos trasladaron a numerosos heridos al hospital Nasser, en Jan Yunis, donde los servicios médicos están al límite.
Este ataque se produce en el contexto de una ofensiva militar israelí en Gaza que ha dejado miles de muertos desde octubre de 2023, tras el ataque de Hamás contra Israel. Según el Ministerio de Salud gazatí, más de 45,000 palestinos han perdido la vida, la mayoría civiles, en este conflicto que no muestra señales de detenerse.
La comunidad internacional ha expresado preocupación por la escalada de violencia. La ONU ha reiterado su llamado a un cese al fuego, señalando que los ataques en zonas densamente pobladas violan el derecho internacional humanitario. Sin embargo, las negociaciones para una tregua siguen estancadas.
Testigos en el lugar describieron escenas de pánico tras el bombardeo. Un sobreviviente relató cómo las explosiones incendiaron las tiendas de campaña, dejando a familias enteras atrapadas. Los rescatistas enfrentaron dificultades para atender a los heridos debido a la magnitud del daño y la falta de recursos.
Este nuevo episodio intensifica la crisis humanitaria en Gaza, donde la población enfrenta escasez de agua, alimentos y medicinas. Organizaciones como la UNRWA han advertido que los desplazados en Al-Mawasi viven en condiciones precarias, sin acceso a servicios básicos.
Mientras tanto, Hamás acusó a Israel de perpetrar una “masacre” y responsabilizó a Estados Unidos por su apoyo militar al gobierno israelí. Por su parte, Israel insiste en que sus operaciones buscan desmantelar la infraestructura de Hamás, aunque los civiles siguen pagando el costo más alto.
La situación en Gaza permanece crítica, con un futuro incierto para millones de personas atrapadas en el conflicto. La comunidad global observa con alarma, pero las soluciones para frenar la violencia aún parecen lejanas.