Organizaciones civiles y ciudadanos han convocado a una marcha masiva el próximo 1 de junio para protestar contra la elección judicial en México. Este movimiento, bautizado como “Domingo Negro”, busca rechazar lo que consideran una simulación orquestada por el gobierno federal y Morena. La marcha principal se llevará a cabo en la Ciudad de México, partiendo del Ángel de la Independencia hacia el Zócalo a las 11 de la mañana.
Entre los promotores de esta movilización destaca el expresidente Vicente Fox, quien ha calificado la elección judicial como una farsa. En redes sociales, Fox aseguró que participar en las urnas el 1 de junio equivale a legitimar un proceso antidemocrático. Según él, los jueces no deben hacer campaña ni deber favores, y esta elección representa un intento de control absoluto por parte del oficialismo.
La organización México Unido, una de las principales impulsoras, ha descrito la elección como un proceso amañado. A través de redes sociales, han instado a la ciudadanía a no votar y a unirse a las protestas en las calles. La consigna “Urnas vacías, conciencia llena” se ha popularizado, con mensajes que acusan al gobierno de Morena de socavar la democracia y el estado de derecho.
El empresario Ricardo Salinas Pliego también se ha sumado al movimiento, llamando a un boicot contra la votación. En una publicación en redes, Salinas Pliego afirmó que participar en la elección es validar un golpe de estado y contribuir a la ruina de México. Su mensaje ha generado eco entre usuarios que critican la reforma judicial impulsada por el gobierno.
La marcha no se limitará a la capital. Ciudades como Guadalajara, Monterrey, Puebla, Querétaro, Tijuana, Mexicali, León, Monclova y Michoacán también han confirmado su participación. Los organizadores esperan que la movilización sea un mensaje claro contra lo que perciben como un ataque al Poder Judicial y a la independencia de los jueces.
La elección judicial, programada para renovar cargos de jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte, ha generado controversia desde su aprobación. Organizaciones civiles y opositores argumentan que el proceso está diseñado para favorecer a candidatos afines a Morena, comprometiendo la imparcialidad del sistema judicial. Incluso han señalado que algunos candidatos tienen vínculos con el crimen organizado.
El descontento se intensifica por las críticas al gobierno de Claudia Sheinbaum, acusado de continuar las políticas de Andrés Manuel López Obrador para consolidar el control sobre las instituciones. Los manifestantes aseguran que la reforma judicial es un paso más hacia la centralización del poder, desmantelando la separación de poderes en el país.
A dos semanas de la elección, el movimiento “Domingo Negro” busca visibilizar la resistencia ciudadana. Los organizadores han enfatizado que la protesta será pacífica, pero firme, con el objetivo de demostrar que la sociedad no está dispuesta a aceptar lo que consideran un fraude electoral disfrazado de democracia.
La tensión política en México crece mientras el 1 de junio se acerca. Las marchas podrían marcar un punto de inflexión en el debate sobre la reforma judicial y el rumbo del país bajo el gobierno de Morena. La ciudadanía, según los convocantes, tiene la última palabra en las calles.