Mariano Azuela Güitrón, ex presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, murió a los 89 años, dejando un legado de casi tres décadas en el máximo tribunal del país. Su deceso fue confirmado por la propia Corte, que expresó sus condolencias a familiares y amigos del jurista.
Nacido en 1936 en la Ciudad de México, Azuela tuvo una carrera destacada en el Poder Judicial. Hijo del ministro Mariano Azuela Rivera y nieto del novelista Mariano Azuela González, autor de Los de Abajo, su trayectoria estuvo marcada por su profundo compromiso con la justicia. Desde joven mostró interés por el derecho, graduándose con honores en la UNAM.
Azuela ingresó a la Suprema Corte en 1983, nombrado por el presidente Miguel de la Madrid. Sobrevivió a la reforma judicial de 1995, que redujo el número de ministros, y permaneció en el cargo hasta 2009. Durante 26 años, participó en decisiones clave y fue autor de más de 5 mil criterios jurídicos.
Entre 2003 y 2006, Azuela presidió la Corte y el Consejo de la Judicatura Federal. Su gestión no estuvo exenta de controversias, especialmente por su papel en el caso del predio El Encino, que derivó en el desafuero de Andrés Manuel López Obrador, entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal. Azuela defendió la decisión, argumentando el cumplimiento de la ley.
El desafuero de López Obrador marcó un momento álgido en su carrera. Azuela se reunió con el presidente Vicente Fox para discutir el caso, lo que generó críticas por una supuesta politización de la justicia. Más tarde, expresó su desacuerdo con la decisión del gobierno de no seguir el proceso penal contra López Obrador.
Con profundas convicciones cristianas, Azuela fue considerado un jurista conservador, aunque crítico del capitalismo y el consumismo. Durante su presidencia, impulsó la transparencia en la Corte al abrir los debates del Pleno al público y crear el Canal Judicial, una medida pionera en tribunales supremos.
Tras su retiro en 2009, Azuela continuó vinculado al ámbito jurídico, colaborando con el ex ministro Salvador Aguirre Anguiano. Su salida marcó el fin de una era de transición en la Corte, que desde 2011 adoptó un perfil más liberal. Solo cinco ministros en la historia de la institución han servido más tiempo que él.
El fallecimiento de Azuela es el segundo de un ex presidente de la Corte desde la reforma de 1995, tras la muerte de Vicente Aguinaco en 2007. Su legado incluye un enfoque ético en el servicio público, como lo destacó en conferencias posteriores a su retiro.
Juristas y colegas han lamentado su pérdida, recordándolo como un hombre de principios y un orador excepcional en los debates judiciales. Su trabajo en materia administrativa y laboral dejó una huella imborrable en el derecho mexicano.
La Suprema Corte destacó que el legado de Azuela perdurará en la historia judicial del país. Su vida, dedicada al servicio de México, cierra un capítulo significativo en la evolución del Poder Judicial.