El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desató una tormenta política al acusar al exdirector del FBI, James Comey, de incitar su asesinato a través de una publicación en redes sociales. La grave denuncia ha puesto en el centro de la controversia una imagen compartida por Comey en Instagram, la cual, según Trump, contiene un mensaje codificado con intenciones violentas.
La publicación en cuestión muestra el número 8647 formado por conchas marinas, acompañada del comentario: “Genial formación de conchas en mi paseo por la playa”. Trump interpretó este número como una amenaza, argumentando que en el argot estadounidense, “86” significa deshacerse de alguien, mientras que “47” se refiere a él como el presidente número 47 de Estados Unidos.
Agentes de seguridad estadounidenses ya están investigando el caso. La acusación ha generado un intenso debate, ya que Comey aseguró que no tenía conocimiento de ninguna connotación violenta en su publicación. Sin embargo, Trump desestimó esta explicación, calificándola como una excusa poco creíble.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, respaldó las afirmaciones de Trump. En una declaración pública, señaló que Comey, un “exdirector desacreditado”, estaría promoviendo abiertamente un magnicidio. Sus palabras han avivado las tensiones en un contexto político ya polarizado.
Este no es el primer enfrentamiento entre Trump y Comey. Durante el primer mandato de Trump, el exdirector del FBI fue despedido en 2017, lo que desató críticas y acusaciones de obstrucción de justicia. La animosidad entre ambos ha sido evidente desde entonces, alimentando teorías sobre posibles venganzas personales.
El caso ha captado la atención de las autoridades, que buscan determinar si la publicación de Comey constituye una amenaza real. Expertos en seguridad han señalado que cualquier insinuación de violencia contra un presidente es tomada con extrema seriedad, lo que podría derivar en consecuencias legales para el exfuncionario.
La controversia llega en un momento delicado, tras un intento de asesinato contra Trump en 2024 durante un mitin en Pensilvania. Aquel incidente dejó una víctima fatal y dos heridos, aumentando la sensibilidad sobre la seguridad del presidente. Las acusaciones contra Comey han reavivado el debate sobre la polarización política en Estados Unidos.
Mientras la investigación avanza, el episodio ha generado reacciones encontradas. Algunos consideran que Trump exagera para desviar la atención de otros problemas, mientras que sus seguidores ven en esto una prueba más de las supuestas conspiraciones en su contra. Por ahora, el caso sigue abierto, con posibles implicaciones para la estabilidad política del país.
La gravedad de las acusaciones pone en tela de juicio la conducta de figuras públicas en redes sociales. Lo que para algunos podría ser una simple foto, para otros se convierte en un símbolo de amenaza. Este incidente promete seguir dando de qué hablar en los próximos días.