La violencia en Guerrero no da tregua. Este martes, policías municipales, estatales y federales desplegaron un operativo en el mercado central de Chilpancingo para buscar cámaras de vigilancia instaladas por grupos criminales, tras una ola de ataques armados que dejaron tres muertos y un herido.
La Secretaría de Seguridad Pública estatal informó que el objetivo es desmantelar estos dispositivos ilegales, presuntamente usados por delincuentes para monitorear a autoridades y víctimas. Todo comenzó con denuncias anónimas que alertaron sobre cámaras colocadas por desconocidos en el mercado Baltazar R. Leyva Mancilla.
Los ataques recientes han encendido las alarmas. El viernes, hombres armados irrumpieron en la nave de carnes, matando al líder de los tablajeros y a un empleado. Días antes, un distribuidor de pollo fue asesinado en el centro de la ciudad, a plena luz del día.
La Guardia Nacional y policías revisaron desde el área de carga hasta los pasillos, buscando conexiones de estas cámaras. Desde el sábado, el mercado está bajo vigilancia reforzada con unidades blindadas, pero la inseguridad sigue sin control.
La Fiscalía estatal ya detuvo a cinco sospechosos por el homicidio de un policía el 19 de marzo, vinculado a estos hechos. Sin embargo, la falta de acción efectiva del gobierno para frenar la violencia es evidente, mientras Chilpancingo vive bajo el terror del crimen organizado.