¡Quinta ronda y contando! Marcelo Ebrard, el titular de la Secretaría de Economía, emprende un nuevo viaje a Washington con la misión de detener los aranceles que amenazan a México, cortesía del impredecible Donald Trump. A una semana del plazo fatal del 2 de abril, el gobierno federal sigue en la cuerda floja.
El viaje ocurre tras el anuncio del 6 de marzo, cuando EE.UU. puso sobre la mesa nuevos impuestos a los vehículos eléctricos mexicanos. Ebrard, en plena certificación del autobús eléctrico “Taruk”, dejó claro que busca proteger el lugar de México como sexto exportador mundial de autos, un sector que Trump parece empeñado en desestabilizar.
México exporta más de un millón de vehículos al año a EE.UU., muchos fabricados por empresas gringas instaladas aquí. “Si nos ponen aranceles, se los ponen a sus propias empresas”, soltó Ebrard, dejando entrever el juego absurdo del proteccionismo estadounidense que el gobierno de Sheinbaum enfrenta con guantes de seda.
La industria automotriz mexicana, que sostiene el 4% de la economía y da trabajo a más de un millón de personas, está en jaque. Mientras, Ebrard insiste en que el “Plan México” de Sheinbaum fortalecerá al país ante estas amenazas externas, aunque las negociaciones parecen un eterno tire y afloje.
“¿Qué futuro tendrá este modelo?”, se preguntó el secretario, señalando la necesidad de marcas y tecnologías propias. Con el reloj en contra, esta quinta visita suena más a súplica que a estrategia, y el 2 de abril se acerca como una guillotina comercial para el gobierno de Morena.

Imagen generada por IA con fines informativos o representativos. Digital Plural se deslinda de cualquier uso o interpretación.
Marcelo Ebrard viaja por quinta vez a EE.UU. para frenar los aranceles
Compartir: