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Sheinbaum bajo presión: el caso Valeria Márquez sacude México y la investigación no avanza

La tragedia que conmocionó a México sigue sin respuestas claras. Valeria Márquez, una influencer de 23 años, fue brutalmente asesinada el 13 de mayo mientras transmitía en vivo desde su salón de belleza en Zapopan, Jalisco. El crimen, captado en tiempo real, ha desatado una ola de indignación en redes sociales, donde miles exigen justicia. La presidenta Claudia Sheinbaum, en medio de crecientes críticas, se pronunció sobre el caso, pero sus palabras no calman el descontento.
Durante su conferencia matutina del 15 de mayo, Sheinbaum pidió “respeto” para la víctima y su familia, asegurando que el gobierno federal colabora con la Fiscalía de Jalisco. Sin embargo, la investigación parece estancada. La mandataria afirmó que el Gabinete de Seguridad Nacional trabaja para identificar a los responsables y el móvil del crimen, pero no ofreció detalles concretos. La falta de avances alimenta la percepción de inacción en un país donde la violencia no da tregua.
El asesinato de Valeria Márquez no es un caso aislado. México enfrenta una crisis de inseguridad que parece desbordar al gobierno de Morena. El hecho de que el crimen ocurriera en un espacio público, durante una transmisión en vivo, pone en evidencia la audacia de los criminales. La ciudadanía, harta de promesas vacías, cuestiona la efectividad de las estrategias de seguridad de Sheinbaum, quien heredó un país sumido en la violencia tras el sexenio de López Obrador.
En redes sociales, el video del asesinato se difundió masivamente, desatando un debate sobre la ética de compartir este tipo de contenido. Sheinbaum llamó a no viralizar las imágenes, pero su mensaje suena insuficiente frente a la magnitud del problema. La indignación pública crece, y muchos acusan al gobierno de priorizar discursos sobre resultados reales. La presión sobre la presidenta aumenta mientras el clamor por justicia no cesa.
La Fiscalía de Jalisco, por su parte, ha desmentido rumores que circulaban en medios sobre presuntos responsables. En un comunicado, aclararon que no hay señalamientos concretos contra ninguna persona en la carpeta de investigación. Esta falta de claridad solo incrementa la desconfianza hacia las autoridades, que parecen incapaces de ofrecer respuestas rápidas en un caso que ha captado la atención nacional.
El caso de Valeria Márquez también reaviva el debate sobre la violencia de género en México. La joven fue atacada en su lugar de trabajo, un espacio que debería ser seguro. Organizaciones y activistas han señalado que este crimen refleja la vulnerabilidad de las mujeres en el país. Las cifras son alarmantes: los feminicidios no disminuyen, y las políticas del gobierno actual no logran frenar esta crisis.
Sheinbaum, visiblemente presionada, expresó condolencias a la familia de la víctima, pero sus palabras no logran apaciguar a una sociedad que exige acciones contundentes. La mandataria insistió en que el gobierno federal está coordinado con las autoridades locales, pero la ausencia de resultados concretos pone en duda la eficacia de esta colaboración. México espera más que discursos; la justicia para Valeria se convierte en un símbolo de la lucha contra la impunidad.
Mientras tanto, en Jalisco, la ciudadanía sigue en vilo. El asesinato de Valeria Márquez no solo es una tragedia personal, sino un recordatorio de los desafíos que enfrenta México en materia de seguridad. La pregunta que todos se hacen es cuánto tiempo más pasará antes de que se esclarezcan los hechos. Por ahora, la investigación continúa, pero el reloj sigue corriendo, y la paciencia de los mexicanos se agota.

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